Mientras el régimen cubano dialoga con Estados Unidos y la Unión Europea, en la isla se produce un repunte de la represión contra la disidencia. El pasado febrero hubo al menos 492 detenciones por motivos políticos, la cifra más alta de los últimos seis meses y «casi el triple de las confirmadas en enero (178)», según el informe mensual de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn).
Junto al aumento de los arrestos, el informe denuncia que la «poderosa» policía política y otras fuerzas del Ministerio del Interior hicieron uso de una «violencia desproporcionada» y «toda clase de vejámenes» contra disidentes pacíficos, principalmente mujeres.
A veces les quitan los zapatos y deben regresar descalzos a casa, a varios
Así, los golpes en el abdomen y otras partes del cuerpo provocaron un aborto a Eralisis Frometa Polanco, miembro de las Damas de Blanco residente en San Francisco de Paula (sureste de La Habana). Horas después, la embarazada «comenzó a sangrar por la vagina y fue trasladada a un quirófano», donde se le hizo un legrado, explicó la Comisión Cubana.A las Damas de Blanco y sus acompañantes les tendieron una«emboscada» el pasado 22 de febrero en una de las entradas de los túneles de la Quinta Avenida de La Habana, donde la organización fundada en la Primavera Negra de 2003 suele realizar sus marchas dominicales. «Sufrieron brutales palizas, empujones y otros malos tratos», informa la Ccdhrn. Como consecuencia, Eralisis Frometa sufrió un aborto.
Los actos represivos de febrero ocurrieron en toda Cuba, sobre todo en La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba. En esta provincia de Oriente los agentes «suelen desnudar a hombres y mujeres, principalmente en presencia de policías del sexo masculino». «A veces no les devuelven los zapatos y tienen que regresar descalzos a sus casas, a varios kilómetros de distancia», añadió a este diario el portavoz de la Ccdhrn, Elizardo Sánchez.
Más agresiones
Por último, la organización defensora de los derechos humanos registró 87 víctimas de agresiones físicas, 15 de hostigamiento y 12 víctimas de vandalismo a manos de la Seguridad del Estado. Este «repunte represivo» demuestra, según la Comisión Cubana, la intención del castrismo de «seguir violando todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y laborales de la inmensa mayoría del pueblo cubano».