La testosterona es la hormona sexual masculina responsable del desarrollo de caracteres androgénicos secundarios y del deseo sexual y la líbido. De modo que en estados carenciales de testosterona nuestro el deseo sexual decaerá y por el contrario el exceso de testosterona aumentará la líbido o apetito sexual.
Si bien es verdad que actualmente existen formas químicas de aumentar la testosterona, sólo estamos tapando el problema (a parte de los efectos secundarios de este tipo de medicamentos), entonces, ¿no será mejor aumentarla de forma natural?
¿Por qué es tan importante la testosterona?
La testosterona es una hormona esteroide que se encuentra naturalmente en todos los seres humanos. Aunque es la principal hormona sexual en los hombres, también se encuentra en las mujeres pero en menor cantidad.
Es secretada principalmente por los testículos de los hombres y los ovarios de las mujeres.
El hombre obtiene su virilidad o masculinidad del funcionamiento de esta hormona. También, está demostrado que los niveles bajos de testosterona pueden aumentar considerablemente el riesgo de ataque al corazón.
Normalmente, los niveles de testosterona disminuyen con la edad. La pérdida media de testosterona por año es alrededor del 1 %. Esta disminución gradual en los niveles de testosterona es en parte responsable de la osteoporosis, la pérdida de masa muscular y la obesidad entre otras cosas.
Pero es necesario señalar que los niveles bajos de testosterona no solo están asociados a personas de avanzada edad. Actualmente, hombres jóvenes sufren las consecuencias de niveles bajos de testosterona, bien sea por el estrés o por cualquier carga genética.
Hoy vamos a mostraros diferentes formas de aumentar los niveles de testosterona de un modo natural y nada agresivo.
COMO RECUPERAR EL PODER MASCULINO
Evita el exceso de grasa
La obesidad se ha convirtiendo en un problema mundial sobre todo en los países “desarrollados”. Los estudios han demostrado que el exceso de grasa corporal puede elevar los niveles de estrógenos (hormonas sexuales esteroideas de tipo femenino), que pueden reducir aún más nuestros niveles de testosterona. Al hacer ejercicio regular aeróbico como caminar, correr, montar en bicicleta, nadar, etc… junto con un control de la dieta adecuada, podemos mantener controlados los niveles de grasa en nuestro cuerpo.
El proceso de pérdida de peso debe hacerse de forma gradual y la tasa de pérdida de grasa de debe limitar a medio kilo por semana.
Las dietas relámpago no te beneficiarán, es más, bajo este tipo de situaciones, en las que existe una restricción calórica severa, el cuerpo reduce la producción de testosterona. Por lo tanto, es necesario optar por formas sanas de pérdida de peso o será peor el remedio que la enfermedad.
Entrena duro
Para aumentar tus niveles de testosterona, intensifica tu entrenamiento. En comparación con los ejercicios de cardio, el entrenamiento de fuerza es más eficaz en la estimulación de la testosterona.
Incluye en tu rutina ejercicios compuestos que impliquen un buen número de grupos musculares para su ejecución (sentadilla, peso muerto, dominadas…), este tipo de ejercicios son más eficaces para el aumento de la testosterona que un curl de bíceps por ejemplo.
La liberación de la testosterona está directamente relacionada con la intensidad en nuestros entrenamientos, así que ya sabes, intensidad máxima en cada movimiento, eso sí, cuidado con las lesiones y entrena siempre con cabeza.
Haz una dieta sana y equilibrada
Una dieta bien equilibrada con cantidades suficientes de macro y micronutrientes es una necesaria para mantener una vida sana y unos niveles de testosterona óptimos.
Varias investigaciones han encontrado que los hombres que consumen dietas ricas en grasas monoinsaturadas tienen los niveles más altos de la hormona. Los científicos creen que las grasas monoinsaturadas tienen un efecto directo en los testículos, que es el sitio principal de la secreción de testosterona. Nueces, aceite de oliva, mantequilla de cacahuete, son buenas fuentes de grasas monoinsaturadas.
El consumo de alimentos ricos en zinc también puede resultar beneficioso, porque el zinc es el mineral que ayuda en la producción natural de testosterona. Los alimentos como las ostras, pollo, pavo y productos lácteos son fuentes ricas en zinc.
Algunos refuerzos para nuestra dieta, pueden ser las cebollas y el ajo que contienen alicina (un compuesto organosulfurado) así como verduras tipo brócoli, coliflor, col, berro y rábano.
Ojo los que lleváis dietas hiperproteicas, ya que varios estudios han demostrado que la ingesta excesiva de proteínas puede reducir la cantidad de producción de testosterona.
Reduce el consumo de alcohol
Los niveles altos de alcohol en sangre afectan directamente al sistema endocrino y por lo tanto interfieren en la producción de testosterona. En el caso de que queráis consumir alcohol, hacedlo con moderación.
Duerme bien
La falta de sueño puede conducir a una reducción en los niveles de testosterona. La falta de sueño adecuado contribuye a la producción de cortisol, (hormona catabólica) que incide en los niveles de testosterona de nuestro cuerpo. Está demostrado esos niveles son mucho más elevados por la mañana, después de un sueño reparador.
Regula tus niveles de estrés
El estrés excesivo también contribuye a la producción de cortisol.
Técnicas como el yoga, la meditación o ejercicios de respiración, nos pueden ayudar a relajarnos y reducir el estrés.
Ten más sexo
Esta es la parte que más le gusta a la mayoría, el aumento de la actividad sexual, estimula el sistema endocrino y ayuda a producir más testosterona. Según algunos estudios, las relaciones sexuales por la mañana son las más beneficiosas en términos de mejorar los niveles de testosterona.
Conclusión
Olvídate de soluciones temporales y empieza a cambiar tus hábitos de vida para aumentar esta hormona de forma natural.
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