La Autoestima es el sentimiento de querencia que tenemos hacia nosotros mismos. Este sentimiento lo aprendemos desde que somos niños y que vamos alimentando a partir de los estímulos respuesta que recibimos y de nuestras emociones.
Una de los métodos, más efectivos, para enseñar a los niños y niñas es a través de historias, cuentos y metáforas, ya que en la infancia la imaginación la creatividad y la parte emocional del cerebro está deseando recibir información, con la cual, componer y crear nuestro mapa representacional del mundo.
En Coaching, la técnica de la metáfora y del cuento se utiliza como recurso, para ayudar a las personas a interpretar situaciones vitales, que les permitan avanzar en su camino.
Os invito a leer esta relato y a compartirlo con vuestros hijos y alumnos, cuando lo consideréis oportuno.
Cuenta una historia que un hombre transportaba agua en 2 grandes vasijas colgadas a los extremos de un palo que llevaba sobre los hombros. Una de las vasijas era perfecta y conservaba todo el agua al final del largo camino que tenía que recorrer a pié, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero la otra tenía varias grietas y cuando llegaba solo tenía la mitad del agua. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta, pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de su trabajo.
Transcurridos 2 años, la tinaja agrietada dijo al aguador: "Estoy muy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y únicamente obtienes la mitad del valor que deberías recibir."
El aguador, apesadumbrado, le respondió compasivo: "Cuando regresemos a casa quiero que te fijes en las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino." Así lo hizo la tinaja, y vio muchas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sentía apenada porque al final solo quedaba dentro de sí la mitad del agua que había llevado.
El aguador le dijo entonces: "¿Te has dado cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise ver su lado positivo. Sembré semillas de flores a lo largo del camino por donde vas, las regué todos los días y con esas flores he decorado el altar de Dios. Si no fueras exactamente como eres, con todos tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza para Dios."
¿En qué momentos os habéis sentido como la vasija agrietada?
¿En qué momentos os habéis sentido como la vasija perfecta?
¿En qué momentos os habéis sentido como el aguador del cuento?
¿Cómo habéis resuelto una situación que parecía difícil?
Responder a estas preguntas os puede ayudar a mejorar la autoestima.