Modificando y adoptando algunos hábitos saludables se pueden reforzar las defensas naturales del organismo para así hacer frente a las bacterias y virus típicos de los cambios de estación.
El cambio brusco de las temperaturas, pasando del frío al calor, lluvia, viento o hasta nieve en algunos lugares de alta montaña, suele propiciar resfriados, catarros, leves infecciones o dolencias respiratorias.
¿Pero? ¿cómo se puede estimular el sistema inmunológico? ¿Mediante la dieta? ¿Tomando algún suplemento vitamínico o remedio natural?

Un estilo de vida saludable en dónde se cuide la dieta, el ejercicio, el estrés y se tomen suplementos a base de hierbas medicinales o homeopatia para prevenir que las bacterias no invadan el organismo, pueden ser de gran ayuda.
Cada parte del organismo, incluyendo las funciones propias del sistema inmunitario, funcionan mejor cuando están protegidos de las agresiones ambientales y se mantienen reforzadas por los siguientes hábitos saludables:
No fumar. A día de hoy creo que nadie duda de que fumar no es bueno para la salud. Fumar no aporta ningún beneficio para la salud y empeora la calidad de vida (y el bolsillo). Eso también incluye los cigarrillos electrónicos. Una moda pasajera con poca broma.
Consumir una dieta variada rica en frutas, verduras, cereales enteros y baja en grasas saturadas. Las frutas y verduras contienen vitaminas A y C, y los cereales enteros son ricos en vitaminas del grupo B (sobre todo B-6). Además, todos ellos contienen zinc, selenio, hierro, cobre y ácido fólico.

Hacer ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable. Mediante el ejercicio físico moderado (si no estáis entrenados, tampoco se os ocurra correr una media maratón), se mejora la salud cardiovascular, se disminuye la presión arterial, se controla el peso corporal y se protege el organismo contra diversos tipos de enfermedades. Andar media hora a diario y realizar diversas actividades cardiovascular, tonificantes y de estiramientos durante la semana, es suficiente. (El yoga o la natación pueden ser dos grandes aliados).
Dormir suficientes horas al día. Lo que significa de 6 a 8 horas diarias. Un cuerpo cansado es más susceptible de contraer enfermedades, ya que su sistema inmunológico se ve resentido. Los que tengáis tiempo, no dudéis en hacer una pequeña siesta de veinte minutos, no más. (tampoco es necesario ni conveniente dormir dos horas por la tarde).
Evitar situaciones estresantes. El estrés y la ansiedad no son buenos amigos para el organismo. Cuidar la parte emocional también es importante para mantener un buen sistema inmunológico y con ello evitar algunas enfermedades. Intentar meditar a diario, o practicar algún tipo de actividad relajante como yoga, tai chi o tener hobbies como leer, bailar, cantar, pintar, escribir o hasta hacer punto, nos puede que nos ayude a evadir los problemas cotidianos y reducir el nivel de estrés.

Si os cuesta relajaros, o bien tenéis problemas para dormir, la homeopatia puede ser una alternativa natural, no agresiva y sin efectos secundarios. Es ideal para lactantes, niños, embarazadas, y ancianos.
¿Y vosotros? ¿Tomáis algún tipo de medida para evitar los resfriados y gripe? ¿Creéis que vuestro sistema inmunológico está "en forma"? ¿O más bien no? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
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