Antes de revolucionar el mundo con Batman: Año uno y Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Frank Miller asombró a los lectores norteamericanos con la publicación de Ronin, una epopeya de corte clásico que se inspira en uno de los mejores mangas de samuráis de todos los tiempos: El lobo solitario y su cachorro.
En Ronin, Frank Miller nos narra la historia de un joven samurái sin nombre que debe enfrentarse al demonio que ha asesinado a su señor tanto en el pasado como en el futuro, pues el conflicto que los une trasciende las reglas de la Física. ¿Podrá el joven Ronin derrotar al ser más maléfico que ha pisado la faz de la Tierra o, por el contrario, sucumbirá ante el mal? ¡Una lectura imprescindible!
Porque Frank Millersiempre logra sorprenderme(o lo lograba con lo que hacía antes)
A ver qué os cuento yo de Ronin para llamaros la atención y lograr que os acerquéis a su lectura. Vale, es posible que ya con el nombre de su creador sea más que suficiente, porque todos los lectores de tebeos tenemos más o menos claro que este tipo fue el que revolucionó el mundo de los superhéroes y contribuyó a que fuese como lo es a día de hoy y porque su nombre, aunque como persona con la que compartir algún momento de nuestras vidas no suene demasiado alentador, como creador de mundos extravagantes e historias atractivas sí que es siempre sinónimo de lecturas estupendas.
Partiré de dos bases antes de continuar con este comentario. En primer lugar que el dibujo de Miller no me gusta, nada, me parece feo y deslavazado a más no poder, casi meros borradores… y que en sus guiones suele perderse en disyuntivas extrañas y resultan farragosos y áridos en muchas ocasiones… y después de deciros estos dos puntos en concreto os recomiendo encarecidamente que os acerquéis a esta historia. Es de lo más extraña, comienza como algo que cambia por completo después y te pierdes en algún momento, tanto en lo que te cuenta como en quién lo protagoniza (cosas del dibujo excelso de este buen señor) y la resolución puede ser algo extravagante y poco definida, todo eso es cierto y aún así os continúo recomendando mucho esta historia, porque es algo muy diferente a lo que esperáis y está repleta de emoción, acción, sangre y originalidad.
Miller tiene la capacidad para hacer propio lo que es de siempre y para convertir una historia más que conocida en algo realmente atrevido y original
Tomando como punto de partida el conocidísimo manga japonés “El lobo solitario y su cachorro” Miller nos lleva del Japón feudal a mediados de un futurista y catastrófico siglo XXI en el que nuestro mundo parece haberse ido al garete (o estar en ello) y donde una gran compañía parece haber dado con la tecla de una posible solución… y en mitad de todo esto, la lucha ancestral entre un samurái deshonrado por la muerte de su señor y convertido en Ronin armado con una espada mágica y un poderoso demonio capaz de trastocar los límites del espacio y el tiempo.
Un canto a la imaginación, eso es lo que deja esta lectura tras leerla y degustarla poco a poco (no es un tebeo para leer con prisas, advierto). Un extravagante romance, una espada capaz de cercenar cuanto se encuentra a su paso y un gigantesco ordenador con inteligencia y sentimientos dan forma a esta odisea futurista con tintes épicos con la que Frank Miller, estoy seguro, dejó boquiabiertos a muchos lectores allá por 1986, cuando se publicó originalmente y dejó algunos detalles que, creo , han servido de modelo para historias mucho más modernas (ese pozo en el que la comandante McKenna pide a uno de sus subordinados, en la más absoluta oscuridad y desnuda, que le dé una de sus manos… no dejo de repetirme, aunque puede que esté equivocado, que pudo inspirar en algún detalle al autor de La Carretera).
Tenemos momentos angustiosos y un héroe que no lo es y que apenas dice nada durante toda la historia, que, lejos de ser el héroe al que estamos acostumbrados es un tipo muy, muy capaz, pero que se ve zarandeado por la historia en casi todo momento (y eso que, si volvemos al pozo, me encanta el momento en el que decide lanzarse hacia la oscuridad sin pensar). En una historia que podría ser una aventura, pero que encierra mucho más en su interior, que nos hace pensar incluso (¡sacrilegio en el Siglo XXI!) y que, con todo lo que he dicho que no me termina de convencer creo que estamos ante una de esas historias que todos los amantes de la literatura y del mundo del cómic deberíamos leer, por lo menos, una vez.
Una odisea apasionante que no os va a dejar indiferentes.
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