Con este refrán denotamos que para el logro y consecución de alguna cosa resta mucho que hacer, y aún lo más peligroso o difícil.
"El diablo, amigo Sancho (dice el sabio Merlin), es un ignorante y un grandísimo bellaco : yo le envié en busca de vuestro amo; pero no con recado de Montesinos, sino mió, porque Montesinos se está en su cueva esperando su desencanto, que aún le falta la cola por desollar."
En el siguiente pasaje usa Sancho este adagio en el sentido de aún falta lo peor: "Así que, Sancho, entre las tantas calumnias de buenos, bien pueden pasar las mías, como no sean más que las que has dicho. Ahí está el toque, cuerpo de mi padre, replicó Sancho. ¡Pues hay más! preguntó don Quijote. Aun falta la cola por desollar, dijo Sancho: lo de hasta aquí son tortas y pan pintado, mas si vuesa merced quiere saber todo lo que hay acerca de las caloñas que le ponen, yo le traeré aquí luego al momento quien se las diga todas, sin que le falte una meaja, que anoche llegó el hijo de Bartolomé Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca hecho bachiller, etc."
La Colección del Marqués de Santillana dice: ¡Oh! aún el rabo está por desollar, y el autor del Diálogo de las lenguas escribe:
-Aun os queda la cola por desollar.
Dícese también:
-Aun está el ralbo por desollar.
-Aun falta el rabo por desollar.
-Aun le ha de sudar el ralbo.
IMAGEN: EL COMERCIO
Pinchando en la imagen para ir al índice