…y que fortalecida he salido de ella ;) Gracias por darme voz Más que Madres (aquí)
Yolanda Fortes soy yo, una mamá de dos niños que han llegado a mi vida (2008 y 2012) para ponerla patas arriba. ¡Cuánto lo necesitaba!
Me case muy joven por caprichos del destino pero mis niños tardaron en llegar. Lo que se supone una búsqueda placentera de un embarazo se convirtió en un calvario lleno de espinas y lágrimas.
Pasamos más de 2 años de pruebas y horrores hasta que me diagnosticaron endometriosis y la infertilidad que ello conlleva. Nos dijeron que no podíamos tener hijos, pero como no admito un “no” por respuesta, empecé a investigar al respecto, descubriendo un mundo totalmente nuevo aunque para nada desconocido.
Empecé a trabajarme por dentro, a redescubrirme y a analizar cómo influyen las emociones, los pensamientos y los bloqueos energéticos… Mientras duraba este proceso interno (que no quiero que se acabe nunca) y me descubría de nuevo, nos comunicaron que me tenían que operar urgentemente dado el estado de mi útero. Pero cuál es nuestra sorpresa que, la ecografía previa a la operación nos descubre que estamos embarazados papá y yo de más de 2 meses. Cancelamos la cirugía y a los dos años, cuando Igor se desteta, retomamos todo el proceso. Duro. Muy duro. Aunque positivo porque, a pesar de sufrir cirugía en el útero, logramos que me operaran con una técnica nueva que permitió dejarme los ovarios. El año de recuperación, a nivel hormonal, me descubrió otra parte de mi que desconocía: Fuerza, Poder, Capacidad de decisión, Confianza...
Finalizado ese año, decidimos ir a por el segundo embarazo, a pesar de todas las opiniones externas y contrarias. Dos meses después de ponernos en acción, nos hicimos dos pruebas de embarazo que dieron negativas. La enfermera no daba crédito ante mi insistencia pero yo sentía. Y ante el sentimiento de una mujer, no hay “no” que valga. Si sientes, es por algo. Tu naturaleza, tu esencia te habla.Simplemente que hemos dejado de escucharnos, de sentirnos, de confiar en nosotras mismas.
Opté por ir a mi ginecólogo privado que me confirmó lo que sentía:¡estábamos embarazados de nuevo! Y tan embarazados que nuestro bebé tenía más de dos meses en la tripa.
Y si nuestra vida ya había dado algunos giros, sumamos otro giro de más de 360º.
Con mi primer embarazo nació Mamá Golondrina. Una mamá con alas que se va empoderando de un modo natural, cíclico; algo esencial para poder equilibrar una vida con otra. Mamá Golondrina descubrió que se puede oír, escuchar, de un modo diferente a como lo había hecho hasta ese momento. Y empezaron los cambios…
Mi trayectoria profesional (procedo del mundo de la Publicidad, del Marketing y de las Gestión de Marcas Comerciales) se truncó dado que no eran compatibles mi jefe y la familia. Y cuando dijo mi jefe, lo digo porque el trabajo lo hacemos las personas. Todos los trabajos son compatibles con la familia, simplemente que quienes gestionan esos trabajos no lo creen así.
Descubrí nuevas prioridades, necesidades diferentes, otro orden en la vida y muchas carencias que nos bloquean y perjudican como mujeres, madres y trabajadoras. Y Mamá Golondrina pasó de pensar a llevar a cabo los nuevos cambios. a asumir esas nuevas necesidades, a escribir, a formarse, a transmitir toda esa esencia femenina y natural a las demás mujeres (madres o no).
Empecé a aplicar la otra parte de mi formación que tenía aparcada (Formación y Gestión de Personas, Coaching, Reiki…) al descubrir en primera persona, que todas tenemos nuestra esencia personal aunque no seamos conscientes de ella. Y es esencial mejorarla o redescubrirla para poder lograr nuestro equilibrio personal, familiar y laboral. Conseguirlo lleva trabajo y esfuerzo. Es la suma de muchas de las circunstancias que nos rodean.
Hasta hoy, como mujeres, nos hemos dejado llevar: valores familiares, cultura social, ideas confusas, inseguridad para decidir… Vivimos rodeados de planes de todo tipo. Tenemos planes y proyectos para todo: plan de marketing, plan contable, plan empresarial, plan universitario, proyecto de investigación, proyectos sociales, proyectos de inversión, proyectos de desarrollo… Aunque realmente, nadie nos habla de la vida ni de un proyecto de vida real, sino que dejamos al azar a la pareja, a la familia, a los hijos, como algo autoimpuesto desde tiempos remotos.
Hemos dejado al azar nuestro deseo de vivir de un modo consciente y equilibrado, acorde con nuestros valores más internos, con lo que de verdad queremos.
Mi experiencia me ha demostrado que, tanto en las empresas como en la vida misma, el recurso más valioso es el de las personas pero nuestra cultura ha olvidado que esas personas, antes, han sido niños, y los niños nacen del útero de una mujer. Y es en este punto, en donde nace el PROPÓSITO de MAMÁ GOLONDRINA, debido en parte, a esa experiencia personal y profesional en la que me sentí totalmente infravalorada como mujer en un mundo de hombres y después de ser madre, te lo puedes imaginar.
Por eso, mi intención no es otra que darle alas a las mujeres, darles la fuerza y herramientas necesarias para reencontrarse, redescubrir su esencia y ganar en seguridad para creer en ellas mismas, en su carrera profesional y lograr su particular equilibrio personal.
Si quieres compartir tu historia de superación, escríbeme a [email protected]