Revista Psicología
Antes de que Freud revolucionara el pensamiento había un pensamiento físico en esa época, que guiaba la mirada de los médicos hacia el cuerpo. Se veían las enfermedades mentales como físicas. Por eso hacia las enfermas histéricas había un rechazo moral, creían que simulaban los síntomas o que incluso trataban de seducirlos. La coherencia, la conciencia, la noción de yo ligado a la voluntad, hacían un mundo de sombras donde Sigmund Freud rompió con ello, escuchando al paciente en su verdadera dimensión con la producción del concepto de inconsciente: hay un saber no sabido en nosotros y los síntomas, al igual que los sueños, tienen un sentido después de ser interpretados. Lo que no se entendía se llamaba locura, incluso hasta en nuestros días.Laura López psicóloga-psicoanalistaTelf.: 610865355 www.psicoanalistaenmalaga.com
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