Nos encantaba cuando nuestros niños, de pequeños, nos levantaban los bracitos para que los cogiéramos; ¡aupa! y poco pronto que se quedaban enganchados en nuestras caderas pidiendo mimos y abrazos...¡Uff, si pudiéramos recuperar ese momento por un segundo para achucharlos y olerlos de nuevo...! Pero no nos pongamos melancólicos, por favor, que encima es lunes. Eso de aupar, y de auparnos, es una constante en nuestras vidas desde que nuestros padres nos permitieron usar tacones. Y nunca más nos hemos bajado de ellos, (aunque una de nosotras reconoce que ya no puede llevarlos tan altos...). Ciertamente, unos centímetros extras te cambian la perspectiva y los andares, para mejorarlos casi siempre; eso de ganar en esbeltez favorece a las personas y, también, a los objetos. Si no, a cuento de qué se inventó el basamento que, desde el tiempo de maricastañas, anda elevando del suelo columnas y estatuaria clásica... Hoy proponemos, decorativamente hablando, diferentes elementos que, cuales pequeñas peanas o basas, ensalcen delicadamente objetos de lo más variados en el hogar, para su lucimiento y mayor protagonismo.
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Pues eso, ¡aupando, que es gerundio!
Este viernes próximo es festivo por aquí; celebramos el Día de Andalucía. Así que, vamos a disfrutar de un pequeñas mini vacaciones que nos van a venir muy bien. ¡Nos vemos el lunes siguiente, pues!