Aurrecochea, el portero de la alegría

Nunca nos cansamos de recordar, que los porteros somos los más especiales de un campo de fútbol. Vestimos diferente, usamos las manos, vemos el terreno de juego desde otra perspectiva, evitamos el objetivo final que es el gol…etc.

Dentro de nuestra particularidad, hay de todo, como en botica. Porteros sobrios, elegantes, regulares, vistosos, espectaculares, decididos, valientes, tímidos, reservados…y miles de adjetivos que podríamos utilizar. Sin embargo, para describir al “Vasco” Aurrecochea, se nos queda corta esta retahíla.

Este guardameta uruguayo, de 33 años, y que ha fichado esta temporada por el Deportivo Capiata de Paraguay, después de militar durante 5 temporadas en el Guaraní, se ha hecho mundialmente famoso por sus extravagantes indumentarias a la hora de jugar. Y no hablamos solo de “colorido”, hablamos de personajes de dibujos animados que adornan sus vestimentas. Desde los Looney Tunes, Popeye, Batman o Superman, pasando por personajes de Los Simpson o el mismo Chapulín Colorado.

No hay “cómic” que se le resista al “Vasco” , que encontró en su antiguo club Guaraní, el aliado perfecto para que le permitiesen vestir a su gusto, sin limitaciones en cuanto a lucir sponsors propios del equipo paraguayo.

La idea de vestir así, nace de su mujer, quien le ayudó a dar el paso y atreverse a mostrar al mundo del fútbol profesional de que no todo es seriedad y concentración, también hay sitio para la simpatía.

“Partido tras partido estoy vistiendo una camiseta nueva. Tengo muchas opciones y me apetece, llama mucho la atención y a la gente le gusta. Me hace sentir bien con lo que hago. Lo elijo yo, con mi señora, que es la que me diseña las camisetas. Fue idea de mi esposa, Noelia Viera. Si hubiese sido por mí, quizás no se me habría ocurrido nunca pero ella supo ver lo que yo quería aportar en el césped con humor y simpatía”

Desde aquí solo podemos aplaudir al “Vasco” Aurrecochea, por sus ingeniosas ideas a la hora de vestir, por alegrarnos un poco la vista y sacarnos una sonrisa al verlo debajo de los palos.