En los dos últimos meses he leído dos novelas de Paul Auster: Sunset Park y Diario de invierno.
Sunset Park narra la historia de Miles, un joven que vive atormentado por el sentimiento de culpa; abandona la casa de sus padres y pasa varios años sin tener el menor contacto con ellos. Es un amigo suyo con el que convivirá durante un tiempo en una casa okupa de Sunset Park quien , sin él saberlo, tiene a los padres al tanto de sus andazas. Miles no tiene ambiciones, se deja llevar por la vida hasta que conoce a una muchacha de la que se enamora. Recuerda a su familia, revive los acontecimientos que lo llevaron a alejarse, y, finalmente decide acercarse de nuevo a ellos.
Los personajes están llenos de humanidad y la novela se lee con gusto.
En Diario de invierno nos encontramos con un Paul Auster intimista que reflexiona sobre la vejez y la muerte, que nos narra su historia a través de las casas en las que ha vivido, de las enfermedades y accidentes que ha superado, que se muestra enamorado y feliz al lado de su mujer. Algo sombrío, pelín hipocondríaco, pero también agradecido a la vida.
El punto de vista de la narración es, cuando menos, original. Auster se desdobla y se sienta frente a Auster para rememorar jutos su historia desde una segunda persona del singular.
En contra de lo que se pudiera esperar, apenas habla de su vida literaria. Lo cual, a mí, me ha decepcionado un poco, la verdad :/
Pero soy una incondicional de Paul Auster, su pluma es música para mis oídos y he disfrutado de la lectura y de la posibilidad de compartir una pequeña parte de su vida.