Esta semana pasada se hizo oficial uno de las contrataciones más llamativas del tranquilo mercado invernal de fichajes en el fútbol europeo. El serbio, Nemanja Matić, cerraba el círculo tras tres temporadas rindiendo a un alto nivel en el Benfica, volviendo a Stamford Bridge, lo que un día fue su casa. Los 21 millones de libras que parece haberle costado al Chelsea su traspaso, no suena demasiado descabellados a priori. Futbolista joven, con proyección y contrastada experiencia en el primer nivel europeo.
Capaz de ejecutar acciones solo imaginables en los juegos de fútbol del Pais de los juegos
Sin embargo, al tirar de hemeroteca nos damos cuenta que estamos ante un auténtico sinsentido financiero.
“Nos va a costar tres o cuatro años darnos cuenta de que debemos cambiar nuestro modelo de negocio y ser más austeros, más conservadores y levantar con esas bases una estructura de futuro. Y eso es lo que estamos empezando a hacer ahora
Frase de Bruce Buck, presidente Blue, cuestionado acerca de la política de Fair-Play financiero pretendida por la UEFA. Tres meses después, podemos decir que todo lo anterior fue dicho con la boca pequeña, al encontrarlo rascándose el bolsillo para recuperar al que fue incluido en su día en la operación que terminó llevando al brasileño David Luiz hasta el oeste de Londres.