Revista Atletismo
Realmente son muy pocos, fuera del mundo del running, los que pueden llegar a entender que estés preparándote durante 3 ó 4 meses con unos entrenos exhaustivos para intentar correr 100 km de carrera continua… Seguramente a los que son externos a este mundo les parece una absurda demostración de fuerza (?)..
Pero de lo que se trata, en pocas palabras, es de conseguir un secreto objetivo que consiste en llegar a la meta en las mejores condiciones posibles para disfrutar del momento… Pero esta definición tan simple merece una explicación…
Los que estamos irremisiblemente inoculados por el virus de la ultradistancia somos un escalón más dentro del proceso evolutivo de la especie humana e intentamos reencontrar la capacidad de adaptarnos a un esfuerzo que limita con la propia supervivencia de la especie…
La estructura del ser humano está preparada para resistir largas distancias corriendo, optimizando el ritmo, el gasto energético y la distancia a recorrer.. Hace miles de años nuestros ancestros estaban preparados para soportar corriendo grandes distancias. Sus músculos, huesos, tendones y articulaciones, estaban diseñados para tal fin..
Existen muchos detalles que han sido estudiados por científicos que así lo afirman: por ejemplo, el ligamento de la nuca que va de la base del cráneo a la base del cuello es como una banda elástica que aparece solo en animales que corren. Este ligamento es capaz de absorber y evitar que en cada golpe de talón en el suelo, nuestra cabeza reciba impactos que pueden ser reamente muy perjudiciales.
La disposición de los tendones es también muy específica. Éstos actúan como resortes que reservan parte de la energía de cada zancada para utilizarla en la siguiente. Estos tendones son fundamentales para la larga distancia pero no son especialmente útiles para las distancias cortas o el esprint. Podríamos seguir enumerando muchas partes de nuestro organismo pero en total se ha estudiado que existen unos 26 elementos del mismo que han evolucionado para permitir que el ser humano pueda correr distancias muy largas.
Pero cuál es el auténtico motivo que nos empuja a correr largas distancias…? Parece que nuestros antepasados eran individuos carroñeros y tenían que alcanzar los restos de animales muertos antes que las hienas, para conseguir alimentarse... A través de miles de años de evolución nuestro cerebro se ha ido desarrollando y adquirimos la capacidad de utilizar armas para cazar las presas: Entonces correr deja de ser necesario para sobrevivir… Hay evidencias de que los Neandertales, que desaparecieron de la Tierra hace más de 45 mil años, ya eran carnívoros, consumidores de carne de primera, habiendo abandonado la carroña de la que se alimentaron durante muchos cientos de años….
De modo que, desde hace más de 25 mil años, el Homo Sapiens ha disfrutado del planeta en exclusiva y ha asimilado las funciones cognoscitivas que actualmente nos son propias... Por tanto, a estas alturas, no tenemos en absoluto ninguna necesidad de correr largas distancias, es más… No tiene ningún sentido… (?)
De alguna manera los que nos sentimos corredores de ultradistancia supongo que en nuestros genes aun conservamos algún resto del Australopitecos que un día fuimos…
El próximo 20 de Octubre a las 7:30 min de la mañana a encontrarnos varias decenas de Australopitecos en Madrid para ir en busca de nuestra presa…. Hemos de sobrevivir…