Para poder vivir felices, para vivir consistentemente con la forma que cada uno quiere, y para ceñirnos a un modo de vida que está en armonía con el universo, necesitamos dejar ir nuestra extremada necesidad de aprobación. Estas necesidades insatisfechas de aprobación y de amor de nuestro pasado le dan a los demás control sobre nosotros hoy. Estas necesidades pueden impedirnos actuar como mejor nos conviene y ser fieles a nosotros mismos.
Nosotros podemos aprobarnos solos. Al final, ésa es la única aprobación que cuenta.
Hoy dejaré ir mi necesidad de aprobación y mi necesidad de caer bien. Las remplazaré con la necesidad de caerme bien y de aprobarme yo misma. Disfrutaré la sorpresa que encontraré cuando lo haga. La gente que cuenta, incluyéndome a mí mismo, me respetará cuando me sea fiel a mí mismo."
Fuente: "El lenguaje del adiós" meditación 10 de septiembre.
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