Autoestima: ¿Quererte o querer que te quieran?

Por @la_papio desde Chile

Hace mucho tiempo me alarmé cuando un día una amiga me cuenta el haber estado en una charla sobre autoestima en la que se trataba el tema desde la relación de pareja. Me contaba que habían cosas que una no podía hacer frente al otro, como por ejemplo que te vean no depilada, arreglada o maquillada, y que se hablaba del tema desde el punto de vista de los roles, marcando pauta con cómo una debe ser y cómo nos deben ver los hombres. Fue ahí que me entró la duda. ¿Qué quería lograr esa charla? ¿Cómo definimos autoestima? ¿Buscamos potenciarla queriéndonos, o buscando que los demás nos quieran?

La autoestima se relaciona con la propia evaluación que cada uno hace sobre sí mismo, influyendo directamente en la valoración que nos atribuimos. Uno puede evaluar un sin fin de cosas relacionadas con el concepto de sí mismo, como por ejemplo nuestro físico, nuestra voz, nuestro desempeño como pareja, como hija, como amiga, como profesional, como adulta, etc. Cada vez que nos evaluamos, que nos comparamos con otros o con lo que aspiramos ser, estamos influyendo en nuestra autoestima.
El tema de la autoestima da para hablar mucho, pero quiero centrarme en cómo los roles que ocupamos en la sociedad influyen en cuánto nos valoramos. Cuando nos dicen cómo debemos ser en el plano de la intimidad o de la vida en pareja, nos están imponiendo metas a alcanzar, nos están diciendo cómo deberían ser las cosas y con ello es inevitable que nos preguntemos qué tan lejos estamos de alcanzar esos ideales. La pregunta que debemos hacernos es: ¿son esos mis ideales?

Si mezclamos la vida de pareja, el tener novio/a, las dinámicas de pareja con nuestra autoestima, estamos entrando a un terreno en el que es sencillo separar las cosas, pero la gente no lo suele hacer. ¿Me siento mejor conmigo misma si tengo pareja? ¿Siento que no valgo si estoy sola? ¿Siento que valgo más si mi pareja está satisfecha? ¿Me siento mejor conmigo misma si bajé 5 kilos para mi pareja? 

Cuando hablamos de autoestima, de cuánto creemos que valemos, muchas veces hablamos de cómo funcionamos en áreas que involucran a otros, y muy pocas veces nos preguntamos de dónde vienen esas metas. ¿Yo me puse ese ideal o me lo puso la sociedad? ¿Siento que valgo más cuando otro me quiere? ¿Si alguien no quiere estar conmigo siento que no valgo?

¿Cuándo transformaremos la pregunta a: "me quiero"? ¿Estoy satisfecha con cómo soy y lo que hago, olvidándome de los demás y lo que los demás quieren de mí? ¿Me conozco? ¿Sé quién soy y lo que quiero? ¿Puedo estar sola conmigo, tener momentos de intimidad conmigo, o necesito estar siempre con alguien?

No nos confundamos, es necesario relacionarnos, no somos seres aislados, pero aún así, debemos conocernos. No somos lo que hacemos, no somos nuestros trabajos, no somos lo que nos ponemos ni lo que deseamos ser... La autoestima debemos forjarla desde el entendimiento de que somos seres únicos y diferentes, con historias peculiares y que nos dirigimos hacia cierto camino por lo que nos ha tocado vivir y por lo que nosotros elegimos, no dejemos que los demás nos digan cómo debemos funcionar o cómo debemos satisfacer a los demás si aún no nos satisfacemos a nosotros mismos, si ni siquiera podemos responder a la pregunta ¿quién soy?