Autopista de peaje "parcheada"

¿Por qué será que la mayoría de los seres humanos sólo consideran los regalos cuando vienen envueltos con muy brillo, con sonrisas fingidas, con actitudes que aparentan cercanía, empatía, armonía y todos los "ía" posibles. Y no queremos sentir el codo de nuestra amiga que nos están dando para aletarnos, y ver poder ver más allá de esa imagen aparente. ¿Por qué no queremos profundizar?. ¿Será de verdad que nos gusta la "historia paralela creada". Una historia que sólo existe en nosotros. Y los demás si lo ven.Se nos educa en una serie "stándares establecidos", aceptados social y culturalmente. A lo largo de nuestra vida vamos sigamos en mayor, menor o algunos en ninguna medida, dichos stándares. Aunque por dentro según vamos creciendo y viendo por aquí y por allá, empezamos a poner parches que no nos contaron que existían, pero que si existen, y además son más comunes de lo que ni siquiera podíamos imaginar. Parcheamos, cada vez más, y con mayor asiduidad, como la droga, nos volvemos adictos y expertos en parchear nuestro mundo. Sin querer ver que por fuera la visión es bien, pero bien distinta a la de dentro. Y sólo con el paso largo del tiempo y manos amigas empiezas a descubrir que eso de ver en la distancia, ciertamente da un perspectiva; pero que muy distinta a la cercanía física. Y no la quieres ver porque es tan grande lo que has construído a base de años y años por dentro, y con el tiempo necesario para dejarlo bien bonito, que te olvidaste de de dejar aberturas, para poder salir, y embellecerlo igual por fuera.Y ahí es cuando las caras vecinas se van quedando con la boca abierta, y los ojos casi desorbitados. Aunque sigamos queriendo ver nuestro mundo fantástico donde para eso has pagado un peaje, para ir como la seda. Todo correcto, ordenado y bajo control. Según uno mismo lo entiende.Y lo mejor de todos es que los seres humanos estamos convencidos de que podemos vivir así por el resto de nuestros días. Vamos que esto es "coser y cantar", que ya lo tenemos aprendidísimo todo, todito, todo, porque como llevamos toda la vida remendando, pues somos expertos. Y sí puede que seamos expertos aprendices de remendador, que no sastres. El buen sastre, sabe que el remiendo siempre habrá que retocarlos y nunca, nunca va a quedar como el original. La copia nunca dejará de ser eso una copia. Que algunas veces son mejores que los originales, pero las menos de las veces. Y así del "coser y cantar", el canto se va debilitando cayendo en susurro para pasar al silencio, y coser, coser, coser, y más coser.Esta es la opción mayormente elegida por el ser humano. Pero afortunadamente hay otras, para quienes no quieren o se casan de tanta costura. Porque menos mal también hay y cada día más, que deciden buscar otro oficio en vez de remendar la vida. Que también se puede construir, como se quiera, cuando se quiera, y lo que se quiera. Depende de cada uno. Se trata simplemente de algo tan rico y agradable como tener sueños, y trabajar por ellos. Afortunadamente cada vez hay más gente que aprovechan su mucho tiempo libre, por jubilación para tener sus mentes y cuerpos ocupadas. Es reconfortante saberse útil y poder ayudar.