Alessandro Varatori “Il Padovanino” (1588-1649) fue un pintor barroco veneciano que permaneció fiel al estilo de Tiziano. El autorretrato del Museo Cívico de los Eremitani en Padua es otro testimonio palpable de la vinculación de los pintores con la matemática. El Padovinino se representa a sí mismo con herramientas que no son pinceles sino instrumentos y libros matemáticos.
Los pintores del Renacimiento encuentran en la geometría las bases para la perspectiva realista y se hacen especialistas virtuosos hasta el punto que figuras claves como Durero, Piero y Leonardo escriben tratados matemáticos. El Padovanino pone de manifiesto que el Barroco mantiene el gusto y la práctica matemática.
El pintor parece medir o dar una charla con la mano derecha mientras la izquierda reposa sobre una esfera armilar. El libro abierto son los Elementos de Geometría de Euclides mostrando la figura de la proposición 6 del libro I: Si dos ángulos de un triángulo son iguales, los lados opuestos a estos ángulos también son iguales. En uno de los libros cerrados leemos en el lomo Boetio, el transmisor latino de la aritmética.
Los pintores se reivindicaban como arte liberal y no como un oficio manual: eran matemáticos, humanistas y anatomistas, y de ahí los libros y la figura mutilada.
Iniciamos el año 2024 con los habituales deseos de felicidad. Tras quince años y medio de mantener con regularidad la bitácora empezamos a sentir el peso del tiempo. Decía Quevedo: Cansada de la edad sentí mi espada.