Revista Sociedad

Avalancha de consultas en Navarra sobre la nueva regulación del servicio doméstico

Publicado el 06 febrero 2012 por Hogaradas @hogaradas

El servicio doméstico, que en Navarra ocupa a más de 14.000 personas, cuenta desde este ańo con una nueva regulación estatal que pretende ser más garantista para un colectivo eminentemente femenino pero que está originando muchas dudas, sobre todo para quienes les contratan. Desde el pasado día uno de enero, las empleadas del hogar deben contar con contrato laboral, retribuciones en metálico equiparables al salario mínimo interprofesional y cotizaciones por cuenta del empleador desde la primera hora de trabajo. Durante las últimas semanas, las oficinas de la Seguridad Social y principalmente los sindicatos han recibido un aluvión de consultas, tanto de trabajadores como empleadores, expresando sus interrogantes sobre la nueva regulación laboral. Lo habitual, seńalan los sindicatos, es que una empleada trabaje entre nueve y diez horas semanales, y gane de media unos diez euros la hora "en B". La mayoría son inmigrantes que hasta ahora no contaban con contrato ni cotizaban a la Seguridad Social. Los empleadores temen las inspecciones anunciadas y hacen números sobre lo que va a suponer tener a una empleada en casa, al menos por horas más gasto (el 2% del sueldo va a las cuotas de la SS) y, en el caso de las internas, pensar en periodos de descanso y sustituciones.

"Muchas dudas provienen de las personas que emplean a trabajadoras por pocas horas y que hasta ahora no tenían obligación de cotizar, lo que supone "un gran cambio laboral", admite Nadia Zakharova, responsable de inmigración de UGT. Por otro lado, la contratación de personas inmigrantes en situación irregular no garantiza su regularización, ya que ésta depende de otros factores, como permanecer tres ańos para conseguir el arraigo social.

Aunque el Real Decreto regula el pago del SMI, en Navarra hay unas tablas orientativas que están acordadas entre varias organizaciones y que "aconsejamos que se pague para dignificar un poco el sector", seńala Nadia. Las de este ańo se están negociando con la idea de "equilibrar tanto el sueldo como lo que tiene que pagar el empleador, para que no haya muchas diferencias". El ańo pasado, por ejemplo, por ocho horas de trabajo diarias se proponía pagar 773 euros más la Seguridad Social, así como 11,5 euros por horas sueltas. También Cáritas y el servicio doméstico contaban con unas tarifas de referencia (11 euros la hora, 890 euros de lunes a viernes si son ocho horas, y 820 euros más SS de interna). También Ana Fernández, responsable de Servicios de UGT, asegura que desde la Administración "no se está dando toda la información, hay mucha confusión todavía y nos remiten a nosotros". "Existen muchas dudas sobre la oportunidad de hacer un contrato eventual o indefinido, cómo hacer una nómina o sobre cuánto tienen que cotizar, a dónde tienen que llevar los impresos, etcétera", indica.

Desde CCOO, José Antonio Vidal, destaca que la incorporación al régimen general de las empleadas del hogar era una reivindicación "histórica para conseguir que no haya trabajadores de primera y de segunda". El sindicato ha recibido una "avalancha" de consultas, tanto de empleadores como de empleados, porque además "hay mucho trabajador que atiende a personas mayores o dependientes además de las tareas de la casa". "La gente quiere cumplir la ley, no exponerse a una inspección, pero desconoce cómo cotizar o cómo hacer un contrato", indica. Muchas consultas provienen de personas que trabajaban menos de cuatro horas por lo que no había que cotizar a la Seguridad Social hasta ahora, o aquellas que trabajaban en varios domicilios y eran ellas las que cotizaban, mientras que ahora "tienen que hacerlo los jefes de todas las casas, y si hay tres, los tres en su parte correspondiente". "Hay trabajadoras por horas que vienen porque sus empleadores no han hecho el cambio de régimen", indica. "Aunque sea interina siempre cotizará el empleador", abunda.

Desde LAB, Javier Riańo destaca que muchas familias envían a sus empleadas a informarse de las nuevas condiciones de contratos y cotizaciones. A su juicio, el encarecimiento de las contrataciones supondrá a la larga una revisión a la baja de los salarios. "Si lo normal era pagar diez euros, dos van a ser ahora para pagar a la Seguridad Social y eso terminará repercutiendo en el trabajador", remarca. "La gente tiene miedo a las inspecciones pero es muy difícil que estas lleguen a todos los hogares. Se ha creado una alarma social inicial pero es una situación a la que se le irá dando la vuelta porque es un mundo muy invisible. Y el empleo sumergido existe y seguirá existiendo...", admite. Si hasta ahora la familia pagaba 400 euros mensuales, con la nueva regulación, ese salario se encarece un 19,4% por el pago de las cuotas a la Seguridad Social (un 18,3% por contingencias comunes y un 1,1% por accidente laboral). Es decir, 75 euros más los 14,34 que paga el trabajador y que se le descontará del salario. Como hay que pagar un mes de vacaciones se calcula que cada hora tendría un sobrecoste de 1,88 euros. Hasta ahora, los empleadores sólo debían cotiza con 20 horas a la semana. Si trabajaba durante al menos 72 horas mensuales para más de un hogar el propio trabajador pagaba sus cuotas.

żJUBILACIONES? Uno de los problemas de esta ley es que la jubilación se va encareciendo con las sucesivas reformas frente a un trabajo doméstico fundamentalmente a tiempo parcial. "Una empleada necesita cuatro días para conseguir un día laboral de cotización al uso, por lo que jamás tendrán derecho a tener prestaciones. O trabajan muchísimo o en muchas casas, y no parece lo más probable", observa Riańo. De hecho, si una mujer empieza a trabajar a los 40 ańos, tras 25 ańos de empleo en una casa acumularía el equivalente a siete ańos de prestación por lo que "no tendría ni derecho a una pensión mínima". En 2012 se necesitan 15 ańos de cotización para lograr una pensión mínima de 570 euros sin cónyuge a cargo, 17 en 2014.

Para Ione Bengoetxea, responsable del área de género de ELA, la nueva ley genera muchas dudas, máxime en un momento de "recorte de derechos y de crisis en el que es difícil que se cumpla". El principal problema es la falta de un convenio marco como el resto del sector. No están equiparadas al resto de trabajadores y hasta el 2019 "no lograrán la plena equiparación". La mayoría de las consultas que han llegado a esta organización proceden de empleadores. "Desde colectivos como la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia nos dicen que ya está habiendo despidos para no hacer contratos", observa. El mayor problema de este sector es que hay muchas personas en situación irregular y, aunque el objetivo de la ley es que "aflore la economía sumergida, existen serias dudas sobre su aplicación porque a las que más perjudica es a las mujeres que trabajan por horas". "Hasta ahora este trabajo era una vía de regularización, ya que muchas mujeres aprovechaban este empleo para lograr los tres ańos de residencia lo que le facilitaba su regularización", seńala. Tampoco hay categorías profesionales por lo que no se especifica la tarea o la responsabilidad, lo mismo incluye tareas domésticas que la atención a personas muy dependientes.

Fuente

Fotografía - OSKAR MONTERO


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