Ya estamos aquí de nuevo, otro mes en el que has dejado de ser quien eras para deleitarnos con nuevas habilidades sorprendentes.
Este mes principalmente ha hecho mucho calor, llevamos dos semanas y pico pasando de una ola de calor a otra. Es realmente insoportable, sobre todo para ti. Llevas una semana casi con diarrea. Has pasado de hacer deposiciones cada dos días a hacer hasta seis deposiciones al día. Por lo demás no das muestras de estar mal. Muchos amigüitos están igual, por lo que sospechamos que es calor, todas las demás sospechas las hemos descartado al no ver mejoría: gastroenteritis, aplv, agua del grifo (a mí me estaba sentando mal), la regla que me ha vuelto… Hemos tenido las teorías más descabelladas y lo único que no hemos podido eliminar ha sido el calor, así que es nuestra sospecha.
Por lo demás, estoy muy contenta. ¡¡Has dejado de necesitar la pezonera para comer!! Sé que no sabes todo lo que significaba la pezonera, lavarla a diario, llevar en el bolso, en el cambiador, en el coche, en todas partes tenía que haber una pezonera disponible porque de lo contrario no comías. No identificabas la teta con comida, identificabas la pezonera. Un buen día que te retorcías mucho y se me quitaba cada dos por tres intenté engancharte sin pezonera (de vez en cuando lo inentaba por si caía la breva), ¡y hubo suerte! A la siguiente lo intenté y te enganchaste sí, después ya no, pero sólo una vez más necesitaste pezonera. Desde entonces no la hemos vuelto a necesitar. ¡Qué felicidad!
Y hablando sobre la hora de la comida… Ahora agarras la teta como si fuera un biberón y mientras te la acercas preparas la boquita y te la metes bien para dentro no se fuera a desenganchar, jajaja. Ya no te agarras la oreja a la desesperada, pero si no estamos acostados en la cama te enfadas mucho con la teta y a veces se hace difícil darte de comer. Una vez que estás saciado, te retuerces y arqueas porque lo que quieres es dormirte. Haces bastante SNN (Succión No Nutritiva), creo que es la parte de la teta que más te gusta. Pero cuando estamos fuera de casa, no es posible.
Tus siestas han dejado de ser las del carnero. No estoy segura si por el calor o porqué, pero ya duermes bastante más tiempo, sobre todo si tienes la teta cerca. Si te despiertas, buscas la teta, la agarras y te la acercas a la boca. Hay veces por la noche que ni me entero que estás comiendo. Supongo que por eso no me preocupa la diarrea, no has perdido el apetito y desde luego que no te quedas deshidratado.
¿Sabes? Ya no cabes en la minicuna, ni en el capazo. Eres muy largo y te molesta entrar. La silla de paseo se puede tumbar, así que vas más contento en los paseos. Te da más el aire y ves un poquito más de mundo por los laterales. Te flipan las paredes, sospecho que serás ingeniero industrial. Cuando la pared cambia de textura (de ladrillo visto a pared lisa) te concentras muchísimo e intentas analizar la pared mientras pasamos por ella. Cuando te damos vueltas en el carro para dormirte siempre te fijas en el lado donde puedes ver pared y tardas más que de costumbre en dormirte.
Eso sí, ir en silla de paseo a veces no te quita de sudar… Así que siempre llevo bandolera por si te resulta muy insoportable ir en carro. Más de una vez lo he usado y te ha venido genial.
Sobre la minicuna… pues obviamente te hemos pasado a la cuna. Ahora duermes rodeado de algunos juguetes, entre ellos Vampi, tu muñeco de apego. Así te sientes más acompañado. Aunque como Papá Fúturo ha estado de noches, mayoritariamente has dormido conmigo en mi cama, pero esta misma noche eso cambiará. Apenas llevas una semana con la cuna nueva. Esperamos que la cosa avance bien…
Aunque ahora cuando te despiertas por las noches ya no te quejas, no es algo disimulado que sólo yo me percato, ahora lloras a pleno pulmón. Esto me preocupa un poco… La cuna se me traba cuando intento bajar el lateral y hace un ruido estruendoso cuando lo levanto (supongo que por la falta de costumbre y también que está muy usada). Pero eso es lo de menos.
¡¡Ya te das la vuelta!! De boca arriba a boca abajo, aunque muy de vez en cuando. Tienes que estar inspirado para hacerlo, no lo haces mucho. Sí exiges estar sentado y te encanta que te pongamos de pie (cosa que intentamos hacer poco, pero si no lo hacemos, te enfadas). De boca abajo a boca arriba todavía no lo has hecho nunca. No nos corre prisa, pero a veces me preocupa que eso entorpezca tu desarrollo. Pero confío en que lo harás cuando consideres oportuno y desde luego que no es porque no sepas, si no porque no quieres.
Ya no le sonríes a todo el mundo. Ahora analizas a la persona a ver si se merece el esfuerzo de una sonrisa, jajaja. Tienes una sonrisa preciosa, se te marca un hoyuelo y pones una mirada tierna con la que derrites cualquier alma helada, pero ya no la regalas al primero que pase. No entiendo todavía el criterio que tienes para sonreír, pero estoy segura de que no es aleatorio. Eso sí, a tu padre y a mí nos sonríes indiscriminadamente siempre que nos ves. Uy, ahora que lo pienso… A las mujeres les sonríes con más facilidad que a los hombres. Más facilidad no significa que lo hagas siempre…
Ayer escuché tu primer “Mamma”. No repites “mamamamamama”, dices perfectamente “mamma” con mucha concentración. Creo que no sabes lo que significa, pero con tu cara de concentración, ¡¡lo dudo!!
¡Ah! Y te comes los pies. Ves la tele concentrado, casi como si la entendieras. La verdad es que te concentras muchísimo… Antes de ayer viste un bebé y le mirabas como si fuera un animal de otra especie. También ayer viste al perro de tus abuelos con una curiosidad enorme.
Poco a poco GatitaNegra y tú os vais acercando poco a poco.
Te hemos metido por primera vez en una piscina hinchable en casa de tus abuelos… Todavía la idea te resulta extraña. Así que a ver si pronto te apetece más y te vuelves un juguetón en la piscina.
Por cierto, te encanta leer… Tu primer libro, del que hablaré pronto, te encanta. Hubo un día en el que Papá Fúturo, tú y yo estuvimos leyendo en la cama a la vez, cada uno su libro, fue un momento genial.
Y creo que hasta aquí, tus novedades…