Defiende tu castillo del mal
El mundo de la estrategia, de las mezclas roleras, y de las fusiones imposibles pero efectivas y efectistas sigue dando fuerte en los últimos años. Por ello toca traeros la curiosa experiencia que el juego, con nombre tan conciso cómo ORX, pone en acceso anticipado. Dejando bien claro el potencial, y ante todo, la adictiva propuesta que comienza a desmembrar sobre el papel, y que posee unas bases que te atrapan de una forma sencilla en base, pero profundas en conceptos, que veremos cómo evoluciona en los próximos meses.
UNOS CABREADOS ORCOS POSEIDOSEntrando en estas primeras impresiones de ORX, os tengo que dejar claro que este coge y mezcla los conceptos más clásicos de juegos de defensas de oleadas, y esa extendida moda, a casi cualquier tipo de juego estratégico, que es la creación de mazos junto al roguelike. El cual se entremezcla con un sistema de construcción, evolución con toques roleros, donde un gran tablero cuadriculado y un sistema de conexión entre edificios forman un concepto jugable realmente adictivo y restante.
Y es que lo que plantea ORX, es a guantar una serie de oleadas de enemigos que llegan por una zona bien marcada y en un tiempo definido. Todo ello con el único fin de destruir nuestro edificio principal y acabar con nosotros. Momento en el que acabará la partida y tendremos que intentarlo de nuevo. Pero con la clásica acumulación de ciertos elementos ya desbloqueados, que en la siguiente ronda nos hará ser algo más fuerte y efectivos. Así que la repetición y la paciencia forman parte esencial de el camino hasta la derrotar del señor infernal.
Un caminos esquemático que dividido por fases y zonas, donde tomar una serie de decisiones que pueden suponernos una bendición o una maldición, junto a la consecución de nuevas cartas y mejoras de estas, que se ven reflejadas en las características y potenciales de cada carta, y que le da ese toque rolero. Así que un buen cúmulos de argumentos y posibilidades que hacen de cada camino y partida un gran mundo de posibilidades.
Sobre el tablero cuadriculado, iremos sacando cartas, gastando barajas, y recolectando oro. Con el afán de construir edificaciones, que por un lado nos suponen recursos. Y que por otro lado, nos aportan las posibilidades de unir estructuras de un castillo que si cerramos por completo, nos sirve como edificación defensiva, a la que podremos potenciar y hacer crecer. Y donde las cartas especiales consiguen dar ciertas facultades mágicas que mejoran la carácter de ataque y defensa, entre otras muchas. Y como es normal en estos juegos, todo dependiendo en cierta forma de la suerte que tengamos con las cartas que nos vayan saliendo. Cosa que nos acerca a ciertos repuntes de dificultad que deben ser arreglados.
La parte técnica nos lleva a un oscuro diseño gráfico y sonoro. Donde una estética para nada agradable, concuerda a la perfección con la corrupción y el deteriorado mundo que se nos quiere presentar. Y donde unos toque musicales y de efectos terminan por cerrar esa ambientación tan demencial. En la que los textos en español se agradecen mucho.
YA SOLO QUEDA ESPERAR
En definitiva, ORX es una obra realmente interesante. Con una profundidad que llega a sorprender e incluso a agobiar en los primeros momentos. Siendo un juego que puede suponer una buena cantidad de horas hasta que nos hagamos con todos sus puntos y conceptos. Y aunque conocidos y bien explicados, suponen una e xperiencia dura y compleja de entrar, pero una delicia estratégica cuando se domina.
Veremos y seguiremos de cerca el camino de ORX hasta el día de su lanzamiento. Y seguramente lo hagamos echando todos los días un buen rato de sufrimiento, oscuridad y hordas venidas de los avernos.