Hemos tenido la oportunidad de probar por primera vez el Modo Historia de Tekken 7 en las oficinas de Bandai Namco y tras recorrer sus ocho primeros capítulos, os traemos nuestras primeras impresiones de la nueva entrega de esta longeva franquicia de lucha.
Más de 20 años de combates
Tekken es una de esas sagas que apenas necesitan presentación, lleva entre nosotros más de 20 años, seis entregas de principales, dos Tags Tournaments y varios spin-off y cross-overs. Y este próximo 2 de junio llega por fin la versión para consola de Tekken 7 (la versión arcade salió en 2015 en Japón), llegará con más de 35 personajes jugables, incluyendo a Akuma de Street Fighter, nuevas caras que no estaban presentes en las arcades japonesas y el desenlace final de la historia del clan Mishima, hilo argumental conductor detrás de todas las tramas de los juegos y cuyo drama y desventuras, así como su famoso torneo, «The King of the Iron Fist Tournament», venimos siguiendo desde los primeros títulos de la franquicia.
Primeros compases del «final» de los Mishima
En nuestra prueba hemos podido disfrutar de esos primeros capítulos del Modo Historia, ocho para ser exactos, que nos han permitido hacernos una idea de lo que podemos esperar de él.
Para empezar, a diferencia de otras entregas, en Tekken 7 no escogeremos un personaje con el que superar varios combates hasta alcanzar al jefe final, vencerlo y hacernos con el título de campeón del torneo y luego ver unas piezas de vídeo contándonos una breve historia de dicho personaje. No. En Tekken 7 se nos contará el final del conflicto dentro de la familia Mishima, cuyos personajes claves son, cómo no, Heihachi, Kazuya y Jin. El argumento, narrado a través de escenas de vídeo e imágenes de arte y por un personaje que no desvelaremos aquí, se irá intercalando con combates en los que iremos manejando a diferentes personajes (para que os hagáis una idea, en esos ocho capítulos llegamos a manejar a cinco luchadores distintos), cuyos caminos se irán interrelacionando con la trama principal, de manera que es muy probable que lleguemos a manejar si no a todos, si a una buena parte de los personajes disponibles en Tekken 7 en este modo.
Esta mecánica por un lado vemos positiva porque nos permite «catar» personajes que de otra menar quizás no usaríamos, pero también le vemos un lado menos positivo, ya que en cierta manera nos obliga a manejar personajes que o bien nunca hemos dominado, con lo que eso conlleva a la hora de poder realizar sus combos y especiales, o no nos gustan de partida.
En general, la dinámica de juego en este Modo Historia parece que seguirá una estructura sencilla: o combates singulares a una sola ronda (al menos en esos primeros ocho capítulos) o dos fases de combates; una primera en la que tendremos que hacer frente a varios enemigos menores del mismo tipo, uno detrás de otro sin recuperar la barra de vida, y una segunda fase con la vida recuperada contra uno de los personajes del juego. Y con el intercalado de las escenas cinemáticas y de arte se irá desarrollando esta última entrega de los Mishima.
Aunque el modo historia puede verse como un extra más dentro de un juego de lucha, lo cierto es que los fans de la saga hemos seguido esta enrevesada trama desde hace tanto tiempo, que la inclusión de su final en Tekken 7 no deja de tener su atractivo, aun cuando estemos «solo» ante secuencias cinemáticas intercaladas con combates. Quizás un aspecto que podría mejorarse son las transiciones entre las escenas de vídeo y la entrada en combate, que son bastante bruscas y nos sacan de esa inmersión en la historia, ya que la diferencia entre los vídeos y los gráficos del juego es notoria.
Eso no quiere decir que a nivel visual y técnico Tekken 7 sea malo, todo lo contrario, ya que por lo que hemos podido probar, el juego cuanto con un buen apartado gráfico, sólido, fluido y estable, además de ser capaz de transmitir el peso y la fuerza de los golpes y las diferencias en los movimientos y agilidad y ligereza o pesadez entre los distintos personajes.
Lo mismo podemos decir del sonido en esta primera toma de contacto con el Modo Historia; está a muy buen nivel tanto en efectos como en banda sonora. El doblaje, como viene siendo habitual en las últimas entregas de la saga, es original en los idiomas de cada personaje (Heihachi o Jin hablan en japonés o Nina en inglés, por ejemplo), aunque está acompañado de subtítulos al castellano.
En cuando al control en combate os aseguramos que podéis esperar encontraros cómodos y familiares con él, porque mantiene combos y movimientos de entregas pasadas, así que podéis ir desempolvando esas listas de botones de la memoria. Eso sí, se han incluido algunas mecánicas nuevas, como el Power Chrash y el Rage Mode, que nos permitirán volver las tornas (o intentarlo) de un combate con contraataques rompe combos o fuertes golpes especiales; algo especialmente pensado también para que los más novatos puedan plantar cara a los más veteranos.
Terminamos este avance haciendo mención al modo de realidad virtual del juego, que no estará disponible para todo el juego. Este nos permite disputar combates con PS VR de una forma más inmersiva, como si estuviéramos viendo el combate en primera fila y siguiéndolo con la vista en la opción VR Battle. Aunque gráficamente no está al nivel que el juego normal, se ve bastante decente y se presenta como una opción extra más de juego para aquellos que posean el dispositivo de realidad virtual de Sony.
Get Ready For The Next Battle
Finalmente, ya solo nos queda esperar al 2 de junio para ver (y experimentar) cómo termina todo (esta vez de verdad) entre los miembros del clan Mishima.