La mayoría de las personas con diabetes padecen diabetes tipo 2, en la que la dieta inadecuada y la obesidad son causas subyacentes importantes. La diabetes tipo 1 representa menos del 5 % de todos los casos. En 2021, alrededor de 529 millones de personas en todo el mundo fueron diagnosticadas con diabetes, lo que representa aproximadamente el 6,1 % de la población mundial, o aproximadamente una de cada 16 personas.
La prevalencia en algunas regiones es tan alta como 12,3%. La diabetes tipo 2 comprende alrededor del 96% de los casos, y más de la mitad se debe a la obesidad. Se estima que alrededor de 1.310 millones de personas padecerán la enfermedad en 2050, con una prevalencia que aumentará hasta el 16,8% en el norte de África y Oriente Medio y el 11,3% en América Latina y el Caribe.
La genética, el sistema nervioso central y la interacción entre diversos órganos, así como factores sociales y ambientales como la inseguridad alimentaria y la contaminación del aire, juegan un papel en el desarrollo de la diabetes. Sin embargo, algunos descubrimientos recientes representan avances importantes en el manejo y quizás incluso en la reversión de la enfermedad. Por ejemplo, un estudio de 2019 descubrió que un tratamiento de 14 días con el anticuerpo teplizumab retrasó la progresión de la diabetes tipo 1 de la etapa 1 a la etapa 3 en 24 meses. Un análisis de seguimiento realizado en 2021 mostró que el retraso podría ser de hasta 32,5 meses. Basándose en estos resultados, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó el teplizumab como la primera terapia modificadora de la enfermedad para la diabetes tipo 1,.
Los avances en insulinas con farmacocinética optimizada, bombas de insulina subcutáneas impulsadas por algoritmos, monitoreo continuo de glucosa y herramientas mejoradas para el autocontrol han mejorado significativamente la calidad de vida y los resultados de las personas con diabetes tipo 1 en etapa 3.
Además, las células madre podrían reemplazar las células productoras de insulina que se pierden en la diabetes tipo 1.
Para la diabetes tipo 2, tres clases de medicamentos para reducir la glucosa que se introdujeron en los últimos 20 años (GLP1RA (agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1), inhibidores de DPP-4 e inhibidores de SGLT-2) han permitido a las personas controlar sus niveles de glucosa sin aumentar de peso y con un bajo riesgo de desarrollar hipoglucemia.
Se están explorando enfoques de medicina personalizada y de precisión para abordar los mecanismos moleculares que subyacen a la diabetes. Sin embargo, deben demostrar que los beneficios son clínicamente superiores a los de la atención estándar y que son rentables. Además, queda por ver si los enfoques de precisión se pueden implementar en todos los entornos del mundo, incluidos aquellos con pocos recursos.
Las combinaciones de GLP1Ras con moléculas que actúan sobre otros receptores, como el GIP, han demostrado una eficacia aún mayor en el tratamiento de la diabetes. Estudios recientes también han demostrado que son muy eficaces en el tratamiento de la obesidad, ciertos tipos de insuficiencia cardíaca e incluso la apnea del sueño, en parte debido a su potencia para inducir la pérdida de peso y reducir la inflamación. Actualmente se están realizando ensayos clínicos para probar su eficacia en el tratamiento de otros trastornos, como la enfermedad de Alzheimer.
Los avances en la terapia ahora aumentan la esperanza de prevenir o curar la diabetes tipo 1 y tratar la diabetes tipo 2 de maneras que no sólo mejoren la homeostasis metabólica, sino que también reduzcan concretamente el riesgo y la progresión de la enfermedad cardiorrenal.
A medida que comprendamos y desarrollemos herramientas para discernir la heterogeneidad subyacente que conduce a la diabetes y sus complicaciones, se prepararán las bases para orientar las terapias y las estrategias de prevención para optimizar su impacto de maneras que sean ampliamente aplicables en diversas poblaciones y en la disponibilidad de recursos de atención médica.
Por ultimo en un artículo publicado el 25 de julio en una edición especial del 50° aniversario de la revista Cell , los autores examinaron cientos de estudios que han surgido a lo largo de los años para analizar las causas que sustentan la diabetes tipo 1 (DT1) y 2 (DT2) y los nuevos tratamientos para la enfermedad.