Avenida vacía de Pepe Penco

Avenida Vacía

Todo empezó cuando se enteró que no venía, entró en pánico, sintió un vacío enorme. ¿Porque había puesto tantas expectativas en alguien casi desconocido?.

La soledad no le permitía pensar.

Todo terminó, ya no queda más tiempo, todo se esfumó en el deseo truncado agujereando punzadamente el centro mismo de la ansiedad ardiente en pleno plexo. Y la eterna soledad de una noche fatal.

La vida es un sinfín de pensamientos recurrentes, nuevos, viejos. Aparecen y desaparecen, sin ton ni son…
Somos dos en uno, el adentro y el afuera. La mente, los pensamientos, las ideas y la realidad.

Pero como sigue todo.

El afuera y el adentro se entrelazan en un mar de confusión.
Finalmente llegó, alguien, igual de conocido. Lo mismo daba. Igual sería lo que ocurriera. Palabras huecas, sonidos al viento. Nadie escucha. Es igual… no, no puede ser igual, pero se sigue con los propios sonidos, mudos, gritos de largos silencios. Café, alcohol y cigarrillo ocultan la escena, finalmente se desahoga como si cada poro y célula se estrellara contra el otro, como final de una partida.

¿Y ahora, todo termino? El agujero, el vacío, el desgarro.

Y todo vuelve a empezar. Una y otra vez…

Pepe Penco

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