La primavera ha tocado a su fin y en las zonas de alta montaña las aves alpinas se encuentran muy atareadas cebando a sus pollos. En la montaña, la estación favorable es muy breve y pronto llegará el frío de nuevo y para entonces deberán haber acumulado suficientes reservas, unos para emigrar y otros para soportar el invierno en estas mismas cumbres.
Ayer estuvimos en los puertos de la Mesa (L.lena, Asturies) y tuvimos la suerte de ver a las tres especies de paseriformes alpinos más características de la zona.
Macho de collalba gris
Una pareja de collabas grises (Oenanthe oenanthe) ha construido su nido entre las piedras de una cabaña y las entradas al nido son continuas. Saltamontes, orugas y escarabajos forman la mayor parte del menú y con esta abundancia de presas, en pocos días los pollos ya serán capaces de seguir a sus padres por la campera.A más altura que el nido de las collalbas, en el nido de los gorriones alpinos (Montifringilla nivalis) también han nacido los pollos. El nido está en el suelo, escondido entre unas rocas de la ladera en una zona muy empinada. Las idas y venidas entre el nido y la zona donde buscan los insectos con los que alimentar a los pollos, eran continuas.
En las rocas próximas a la cumbre, también se dejaron ver varias parejas de Acentor alpinos (Prunella collaris) que al contrario que las collalbas y los gorriones alpinos, ya tenían pollos volantones. Lo más seguro es que hayan comenzado la reproducción antes de que se retirara la nieve de las cumbres, lo que les permitirá realizar una segunda puesta en pocas semanas.
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