Aves tropicales en la nieve

Si un frío día de invierno, con todo el paisaje cubierto de nieve, al asomarnos a la ventana nos encontrásemos con un pájaro de vivos colores y todo el aspecto de proceder de regiones tropicales, probablemente pensaríamos que o bien somos víctima una extraña alucinación, o que al vecino se le ha escapado el periquito. Sin embargo, ninguna de estas dos explicaciones es necesaria en la ciudad de Amsterdam.
Y es que existe una especie de loros tropicales, concretamente la cotorra de kramer o Psittacula krameri, que cohabita junto a las especies autóctonas en el ecosistema Amsterdamés. Aunque estas aves se pueden divisar en la ciudad durante todo en año, durante el invierno, además de ofrecer una imagen más chocante, su brillante color verde hace que las detectemos más fácilmente sobre la blancura del entorno.
Así, esta mañana en el trabajo nos sorprendimos con lo siguiente:

El abominable loro de las nieves

Dice la leyenda que allá por los anos sesenta, una bandada de estas cotorras tropicales se escapó del zoológico de la ciudad (el Artis). Nadie daba un duro por ellas, pero contrariamente a las expectativas generales, estas aves consiguieron sobrevivir y multiplicarse, asentándose en el ecosistema holandés hasta el día de hoy.
Esta hipótesis es bastante verosímil, ya que por un lado es un hecho que las aves tienen cierta tendencia a escaparse del Artis, y por el otro esta especie presenta una alta capacidad de adaptación a medios ajenos. De hecho, la cotorra de kramer está incluida en el Catálogo Español de especies exóticas invasoras, ya que dada su alta adaptabilidad puede resultar una amenaza para otras especies autóctonas. Y nosotros pudimos comprobar su potencial, ya que esta mañana nuestro amigo estaba dándose un buen banquete de nieve. Si es que a falta de pan, buenas son tortas...

Primer plano cortesía de wikipedia

Como datos adicionales, mencionar que al pertenecer a la familia de los loros, estas cotorras tienen también la capacidad de imitar el habla humana. Así que si conseguís atrapar una, puede convertirse en una simpática mascota. Y vosotros, habéis visto alguno de estos volando por Amsterdam?