Revista Ciencia

¡Ay! ahí mis reflexiones sobre la IA que hay

Publicado el 12 marzo 2020 por Scarioshr Óscar Huertas @ScariosHR

Se define a la inteligencia como la facultad que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Estas habilidades estaban en la mente, en el cerebro... hasta ahora. La inteligencia artificial abre el concepto y serían estos procesos pero llevados a cabo por máquinas. Una máquina inteligente es, para el imaginario popular, un agente flexible que percibe el entorno y realiza acciones y procesos que le hagan terminar con éxito una tarea u objetivo.

Entendemos además la inteligencia como algo complejo capaz de reaccionar de forma adecuada en cada momento y de adaptarse a la situación en todas las tareas que se le ofrezcan. Sin embargo la IA está muy lejos de esto. Existen programas capaces ya de realizar tareas concretas de una forma mucho más eficiente que los humanos, pero no existe la máquina capaz de realizar todas las tareas. El ordenador que ganó al campeón del mundo de ajedrez, no sabrá pintar un cuadro o componer una poesía.

Según mi punto de vista el objetivo no es llegar a construir la máquina que sea tan o más eficiente que el humano en todo sino desarrollar IA que sean mucho más eficientes que los humanos en tareas concretas y que nos ayuden en la toma de decisiones basadas en datos objetivos y probabilidades. El hombre es falible porque su mente es falible. Los humanos nos equivocamos porque tenemos sesgos en nuestra mente, en nuestra forma de entender el mundo. No somos objetivos. Una máquina si puede llegar a ser totalmente objetiva y basarse en datos para tomar una decisión. Ahora bien, una IA se programa. Se le establecen una serie de valores aceptables, de límites permitidos y de formas de calcular esas acciones. Esa programación es llevada a cabo por los humanos falibles.

Se trata en mi opinión de una ciencia muy compleja que debe contar entre sus expertos con sociólogos, juristas, psicólogos y otras muchas ramas del conocimiento dado que las implicaciones de permitir hacer X o Y acción a una IA pueden tener implicaciones muy grandes.

Un ejemplo podría ser el de los coches de conducción autónoma guiados por IA. En caso de accidente por una situación sobrevenida la IA debe tomar la decisión de desviar el rumbo para salvar a una persona a la que podría pillar (poniendo en riesgo la vida de los ocupantes del coche) o pillar a los transeúntes poniendo en riesgo sus vidas.

¿Con qué criterio se toma una decisión u otra? los parámetros que se introduzcan en la IA serán los determinantes.


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