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Hay dos cosas que voy a hablar lo que está pasando en Colombia Elecciones presidenciales y el intento de coartar la Televisión Pública.
La primera, como colombiano soy consciente de lo que está pasando con la situación política en el país donde actualmente vivo. También soy consciente que va a haber un nuevo capítulo en la historia de la nación en tiempos donde las FARC firmó el acuerdo de paz, a pesar de sus dificultades y problemas, y en tiempos del post-conflicto, que además tenemos que aguantar el qué dirán de los demás países cuando salgan los resultados del próximo domingo (17 de junio) donde dos candidatos se disputarán para llegar a la Presidencia, entre un ex-guerrilliero contra un títere de cierto expresidente, y estás son las únicas opciones.
Porque después de ver los resultados de la primera vuelta, empecé a pensar, y refexionar, cómo Colombia, o más bien, el pueblo colombiano ha estado hostigado por los políticos tradicionales y la desigualdad que hay (y que con razón crearon los grupos guerrilleros hasta que los paramilitares empezaron a salir de la raya) donde, como frase de cajón, el rico se vuelve el más rico y el pobre se vuelve el más pobre. Pero el problema es que a diferencia mía o de la gente que se ha instruido por su propia cuenta, hay personas que aún están cegadas por ese cuento de que ser izquierda no es ser un guerrillero o comunista sino que es el verdadero Diablo en persona, más que todo en los años 2002 al 2010 donde hubo mucha corrupción, mucha persecución, muchos muertos y estar a punto de convertirse en dictaura. Señalo éste periodo de tiempo, que personalmente fueron de los más vergonzosos que he vivido entre conversaciones de familiares, amigos y de la gente de a pie con sus preocupaciones después de votar por este cierto expresidente y se ilusionaron con eliminar la guerrilla y así podemos vivir en paz. Pero nunca lo fue.
Por eso es que la gente se traga entero con todo lo que lee en la prensa, escuchar en la radio y ver las noticias en la televisión, sin contar con su sesgo; o en esta era del Internet y redes sociales donde hay mucha desinformación y la comparte sin hacer una verificación. O vea lo que pasó con el Brexit en Reino Unido y la victoria de Donald Trump en EE.UU., o en el caso colombiano con el plebiscito en el 2016, hasta este año empezó con el escándalo de Cambridge Analytica y revelar cómo fue el modus operandi con la información de los usuarios. Con razón metieron miedo con esos argumentos de que nos convertiríamos en Venezuela con el chavismo, que van a imponer un estado comunista, que quitarán los trabajos, y otra serie de barrabasadas por si se atreven a votar a alguien de la izquierda, generando un odio irracional. A pesar de que hay personas que hacen la labor de desmentir y de caer esas mentiras, la única forma para que la gente abre su mente y ver más allá de sus narices está en educar y tener un criterio propio para evitar esta clase de personas ignorantes. Y de ignorantes que entre 10 países, somos el sexto más ignorante del mundo. Imagínese con ese sistema educativo que tenemos y una falta de interés por la lectura, que por cierto, ya deberían leer las propuestas de ambos candidatos y contrastarlas.
Las cosas que nos preocupan como país es que no queremos volver al pasado y estar bajo un régimen de terror donde se persigue a la diferencia y a la oposición. No queremos que esto se permita. Y sí, sin que sea una publicidad política no pagada, más que en este post no esté relacionado con la cultura geek, estoy metido en ese tren de votar por el ex-guerrillero para la segunda vuelta, a pesar de que hubo mucho choque entre la prensa y la gestión que hizo en la Alcaldía de Bogotá con sus problemas.
La segunda, hice una publicación en la fanpage de Facebook donde hablé sobre la relevancia que ha tenido la televisión publica -Señal Colombia y canales regionales- gracias a la creación de un fondo para financiar los contenidos para la televisión de la Autoridad Nacional de Televisión, por lo cual han generado una alternativa a los canales privados RCN y Caracol. Esta semana en el Congreso de la República presentaron un proyecto de ley en la que crearían un nuevo fondo y será bajo la batuta del Ministerio de las TICs. El sector audiovisual no vieron con buenos ojos esta iniciativa porque será una amenaza para la TV educativa y cultural, según dicen, quitando su independencia y el financiamiento como dice en la campaña de Change.org.
Por fortuna fue retirado el proyecto de ley; como ha pasado con la dichosa Ley Llleras en el que se reforma la Ley De Derechos de Autor y regular los contenidos en Internet, generando así las reacciones negativas y preocupaciones en torno a la censura y la vulneración de la Neutralidad de la Red en el país. Ahora nos tocará estar pendientes si este proyectico de ley se pase por debajo de la mesa sin que haga mucho ruido, o que haya ajustes y sus respectivas justificaciones.
Y claro, hay que seguir defendiendo la TV pública que queremos.
Por cierto, ya queremos un cambio para el país... Y además un último debate días antes de las elecciones y en los canales públicos y regionales.