Revista Cultura y Ocio

Ayantek. Miriam Jiménez Iriarte

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Ayantek. Miriam Jiménez Iriarte
     "En la ciudad de Phadag-Llungan no cuidan bien de sus muertos. Contratan a mujeres que lloran en sus tumbas y barrenderos que retiran flores secas a escobazos".
     Es muy importante saber de quién puedes fiarte cuando te recomienda un libro. En esta ocasión, la culpa es de Antonio. Por sus palabras, hoy traigo a mi estantería virtual, Ayantek.
     Conocemos a Kora, una joven con edad de tener ya hijos cuya carga es ser una Durmiente. Es heredera de un linaje de bendecidos, hijas del director de la escuela de sanadores, y no consigue despertar su Don. Las cicatrices de su cuerpo son muestra de ello. También conocemos a Asterkia; marginada, luchadora, fornicadora; a Chotacabras el renegado mercenario...
     Esta vez parece que la sinopsis que os dejo no dice mucho, pero eso es porque Ayantek es una historia que está llena de historias. Algunas parten juntas, otras simplemente acaban por encontrarse, y eso hace complicado dar un simple hilo argumental.
     Podría comenzar hablando de unas tierras que viven pendientes de La Voz, en las que Durmientes y Sanadores son separados como estratos sociales. Un lugar en el que son necesarias las protecciones si uno quiere seguir vivo y en el que los mercenarios viven bajo el amparo del Puño. También podría hablaros de una escuela en la que un director ya anciano permanece de luto por la muerte de su familia a manos de no desvelaré quién o qué. Decir que le resta una hija viva a la que no es capaz de expresar afecto alguno ya que no parece digna heredera de su linaje. En esa escuela de sanadores hay un profesor que oculta secretos, algunos enjaulados y otros simplemente oscuros. O podría hablaros de Chotacabras, un hombre que reniega de sus raíces y se convierte en mercenario. Efectivamente, podría hablaros de todos ellos y apenas hubiéramos rascado la superficie de esta historia.
     Miriam consigue condensar todas las vidas en poco más de cuatrocientas páginas. Dibujar en ellas unos perfiles que van ganando aristas a medida que descubrimos sus secretos, o tal vez al ver como se esfuerzan en que no los descubramos. La novela se mueve entre un buen puñado de personajes con la soltura de quien conoce bien el género y la habilidad de quien sabe que las frases cortas sirven como impacto en un lector que se va dejando enredar por una historia marcada por el género femenino. Cada personaje creado por Miriam lleva la impronta de su historia, nada sucede al azar y ninguna frase queda en el aire, de hecho, los hilos se van acercando y alejando en perfecta sintonía para que, a medida que avancemos, descubramos ecos del pasado que expliquen comportamientos futuros.
     Hoy en día, adentrarse en la fantasía épica es complicado ya que hay nombres muy potentes, por eso el equilibrio entre fantasía y realismo y la fuerza de los protagonistas son vitales para que una novela así funcione. Y esos son precisamente los puntos fuertes en la novela de Miriam.
     Conseguir derribar la palabra género se ha convertido en uno de los objetivos más buscados y en esta ocasión se alcanza mucho antes de haber llegado al primer tercio de la novela. Ayantek es una gran historia, de esas que es un placer disfrutar y mas aún, comentar y recomendar. Prueba de ello es que cierro esta recomendación con la sensación de haberme dejado la mayor parte de las cosas en el tintero.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

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