Misma economía de palabras para contar una historia de desarraigo y de soledad que a ratos somos todos. No consigo entender cómo lo hace.
"Por lo general, me conformo con escribir mentalmente. Es más fácil. En la cabeza todo se desarrolla sin dificultades. Pero, tan pronto uno empieza a escribir, las ideas se transforman, se deforman, y todo deviene falso. Por culpa de las palabras".