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Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Por Tierrasinlimites @tierrasnlimites
Home » España » Castilla y León » Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza Plaza Mayor de Ayllón

Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Los fines de semana están para ser disfrutados. Para alguna gente eso significa días de manta, sofá y series, para otros, socializar y salir hasta ver el sol y para mí, mi concepto de disfrutar pasa por viajar, moverme, aunque sea 100 kilómetros y descubrir lugares nuevos u otras perspectivas de los que ya conozco.

Los alrededores de Madrid están llenos de lugares que permiten esa conexión tan sana, uno de ellos la comarca del Nordeste de Segovia, un territorio que engloba cuatro villas medievales, tres parques naturales y mucho, mucho patrimonio.

En El gallo que no cesa nos hemos acercado hoy a uno de esos pueblos con historia, Ayllón, para recorrer sus calles y disfrutar de la naturaleza que hay en sus alrededores. Más abajo tienes la versión escrita, pero si prefieres escuchar, también te dejo el podcast.

Podcast en El gallo que no cesa (RNE)

La comarca Nordeste de Segovia

Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Los cortados del Duratón

No os descubro nada si os digo que la comarca Nordeste de Segovia está (redoble de tambores) al noreste de Segovia, lo que sí resulta útil es saber que hasta ella se llega fácilmente desde Madrid, Burgos, Segovia, Guadalajara o Soria.

La A1 la atraviesa prácticamente por la mitad. Y a partir de ahí, hay que moverse por carreteras nacionales y comarcales para llegar a cualquier punto de esta comarca que limita con Burgos, Soria, Guadalajara y Madrid.

Y ahora viene la duda, ¿nos movemos hacia la derecha o hacia la izquierda? Cualquier opción es buena: hacia el oeste nos vamos a encontrar con villas como Sepúlveda y las maravillosas hoces del río Duratón; si tomamos las carreteras en dirección este, llegaremos a localidades como Riaza, Ayllón, Maderuelo y al parque natural de las hoces del río Riaza.

Como veis, esta comarca segoviana tiene patrimonio a espuertas. Ha estado ocupada desde la antigüedad así que hay huellas de todas las épocas: arte rupestre, restos celtíberos, una ciudad romana, necrópolis visigodas… y luego están los pueblos. Localidades de diferentes tamaños que conservan, en muchos casos, arquitectura tradicional, arte románico, palacios, puentes, monasterios, conventos, iglesias y casonas. Entre ellos, destacan las villas medievales de Riaza, Sepúlveda, Maderuelo o Ayllón.

Además, de patrimonio, nos encontramos en una zona con una naturaleza privilegiada. Tenemos la sierra de Ayllón, las hoces de los ríos Riaza y Duratón, el parque natural Sierra Norte de Guadarrama, un hayedo, un sabinar y un acebal.

Son paisajes diversos, ideales para practicar todo tipo de turismo activo, senderismo, esquí o piragüismo y con una gran riqueza de fauna, sobre todo aves rapaces.

Sería imposible hacer un recorrido detallado por toda la comarca, así que vamos a recorrer la parte que se encuentra más al este: la villa de Ayllón, los pueblos de colores del municipio de Riaza y Maderuelo y el parque natural de las Hoces del río Riaza.

Ayllón, la villa medieval de don Álvaro de Luna

Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

La plaza Mayor de Ayllón

Arrancamos en Ayllón, una villa medieval con un patrimonio enorme. Esta localidad de unos 1.200 habitantes está enclavada en las estribaciones de la sierra de Ayllón y declarada Conjunto histórico artístico; además, forma parte de la asociación de los pueblos más bonitos de España.

Un buen comienzo sería verla desde arriba, desde lo alto del cerro del Castillo. Allí tendremos una buena vista de la comarca y de la villa. Es, además, un enclave histórico que nos permite comprender cómo empezó Ayllón hace unos 2.500 años ya que aquí están enterrados los primeros restos hallados en la villa, de época celtíbera.

Después de los celtíberos, vinieron los godos, los visigodos y los musulmanes. Y de esta época, precisamente, es La Martina, la torre que corona este cerro y que pertenecía – originalmente- a un castillo de época árabe. Tras la Reconquista, esta torre pasó a ser el campanario de la desaparecida iglesia románica de San Martín y de ahí su nombre.

Tras la Reconquista, la historia de Ayllón continúa siendo igual de interesante. Por aquí han pasado muchos personajes históricos, desde reyes a santos y por supuesto, don Álvaro de Luna, a quien le fue concedido el señorío de la villa de Ayllón.

Tanta historia se refleja en las calles de la villa, unas calles que te trasladan al pasado. O eso es lo que sientes cuando se cruza el arco que hay junto al puente. Nada más hacerlo, nos recibe la majestuosa fachada del palacio de los Contreras.

Es privado y no se puede visitar, así que seguimos avanzando hasta la plaza Mayor, una plaza porticada, con la fuente de los Cuatro Caños en medio y desde la que se distinguen muchos de los monumentos de Ayllón: La Martinica, el palacio del Ayuntamiento y la iglesia de San Miguel.

Este templo desacralizado tiene un gran valor arquitectónico y se utiliza para actividades muy diversas: actos culturales, representaciones teatrales y también como oficina de turismo, aunque en invierno está cerrada ya que el frío es helador.

El patrimonio de Ayllón no acaba aquí. Una vez que salimos de la iglesia y dejamos atrás la plaza Mayor, es momento de continuar explorando las calles y las callejuelas de la villa: sus iglesias, sus conventos, sus ermitas y palacios.

Dedicar, en definitiva, varias horas al arte de callejear sin rumbo. Algo especialmente satisfactorio en las calles de la villa de Ayllón.

Maderuelo y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Los buitres en las hoces del río Riaza

Toda la zona cuenta con un vasto patrimonio. Cuando salimos de Ayllón, y dependiendo del rumbo que tomemos, vamos a encontrarnos con unos atractivos u otros.

Si tiramos hacia el norte, por la SG-945, en unos 15 minutos, nos plantamos en otro pueblo con historia: Maderuelo. Con tan solo 100 habitantes, esta localidad histórica forma parte también de los Pueblos más bonitos de España.

Se encuentra a la orilla del embalse de Linares del Arroyo, y su territorio forma parte del parque natural de las hoces del río Riaza, todo un paraíso para las aves que encandiló al mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente.

Tiene muchos atractivos, pero destaca, sobre todo, por los cortados que ha creado el río Riaza, unas enormes paredes en las que habitan multitud de buitres leonados, creando una de las mayores colonias de la península.

Los pueblos de colores de Riaza

Ayllón, los pueblos de colores y el parque natural de las Hoces del río Riaza

Villacorta, uno de los pueblos de colores

El camino más corto hacia la villa de Riaza desde Ayllón es la nacional 110; sin embargo, si cogemos las carreteras SG 145 y la SG V 1111, el camino va a ser mucho más lento y también más bonito.

La primera carretera discurre a los pies de la sierra de Ayllón, dejando atrás las pedanías que pertenecen a este municipio hasta que llegamos a Santibáñez de Ayllón. A partir de aquí entramos en el territorio de Riaza y empiezan a sucederse los pueblos de colores.

Son pueblos muy pequeñitos que se sitúan a ambos lados de la carretera y que están construidos con materiales de la zona de diferente composición. Y de ahí esos colores tan particulares.

A este trayecto, podemos dedicarle todo el tiempo que queramos, parando en los que están más cerca de la carretera principal o acercándonos a aquellos a más distancia, como el precioso pueblo del Muyo. Todo dependerá del tiempo que tengamos.

Una vez en Riaza también merece la pena dar un paseo por esta localidad Segoviana e ir hasta su plaza, visitar su iglesia y caminar por algunas de sus calles con más solera.

Gastronomía de Ayllón

En esta zona se come contundente y bien, además su una gastronomía es muy apropiada para los días de frío, cuando lo que apetece es algo caliente que temple el cuerpo después de las visitas.

En esta zona, prima una cocina típica segoviana, tradicional, pero con sus particularidades. Para empezar, no está mal pedir una buena sopa castellana. Después podemos seguir con el cordero ya que, aunque en gran parte de la provincia el plato estrella es el cochinillo, aquí prima el cordero lechal que nos recuerda que por estas tierras pastaban los rebaños de ovejas que venían de otros lugares del país.

Y si seguimos con hambre, podemos darnos a los dulces de la zona, sobre todo probar las tortas de anís y de chicharrones.

Y ya, por la tarde, lo mejor es buscar uno de los senderos que recorren la comarca y caminar y caminar.

Ayllón comarca noreste de Segovia hoces del río riaza pueblos de colores 2019-02-11 Paula Mayoral

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