Asif Kapadia dirige un brillante documental con anécdotas e imágenes inéditas sobre el tricampeón mundial de Fórmula 1
Toni Delgado (@ToniDelgadoG)
-Los brasileños necesitan comida, educación, salud y un poco de alegría. Y esa alegría se ha ido.
Una seguidora resume ante las cámaras la pérdida de Ayrton Senna (Sao Paulo, Brasil, 1960-Imola, Italia, 1994), el ídolo que no se guardaba nada. "Quiero vivir completamente, de manera muy intensa. Nunca querría vivir parcialmente, enfermo o con heridas. Si alguna vez tengo un accidente que me pueda costar la vida, espero que pase rápidamente", advertía el piloto brasileño, que murió el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola, en el GP del Pacífico.
Siempre provocó reacciones extremas: amor incondicional u odio infinito. Ayrton Senna comunicaba igual de bien con gestos, palabras y miradas que conduciendo un Fórmula 1. Era sincero e indescifrable. "Muy poca gente me conoce de verdad. No entienden la vida de un piloto. La dureza de este oficio", reconoce el propio Ayrton en Senna, el documental dirigido por Asif Kapadia, un brillante trabajo con una docena de testimonios e imágenes antiguas, muchas de ellas inéditas y cedidas por la familia del piloto.
"Sin medio. Sin límites. Sin igual" es el acertado subtítulo de una biografía que empieza con el aterrizaje de Ayrton Senna en Europa, en el campeonato del mundo de karts. La etapa en la que el genio compitió más a gusto: "Era conducción pura, pura carrera. [...] Era correr de verdad". "La Fórmula 1 es política y dinero, y cuando llegas hasta aquí tienes que pasar por ello", soltó Ayrton Senna en su primera temporada en el Gran Circo. Acababa de firmar una excelente actuación bajo el diluvio de Mónaco con un Toleman, un monoplaza muy modesto: el 3 de junio de 1984 partió 13º, se colocó a cinco segundos del líder, Alain Prost, y con un ritmo cuatro segundos mejor por vuelta. La organización ordenó parar a los pilotos, pero Senna se hizo el sueco y adelantó al francés. Al brasileño, claro, no le sirvió de nada ese movimiento. Quedó segundo igual.
En el documental de Asif Kapadia no hay una voz en off que supla a la de Ayrton Senna. Se agradece. Aunque esa decisión limite la historia, la hace más justa con un deportista genuino, reconocible siempre en sus derrotas y victorias. En su primer triunfo, el 21 de abril de 1985 con Lotus y en el GP de Portugal, dobló a sus rivales, excepto a Michele Alboreto, de Ferrari. De nuevo, sobresalió bajo la lluvia. "Senna llevaba al coche más allá de sus posibilidades. De alguna manera, conseguía bailar con el monoplaza", describe uno de los testimonios de Senna.
Su gran rival fue Alain Prost. El diálogo entre los dos, en una de sus primeras comparecencias en público como compañeros en McLaren, no tiene desperdicio.
-Por primera vez Ayrton tiene un coche capaz de ganar el campeonato, y seguro que no quiere dejar su oportunidad. [Se ríe]. Es normal... Y se va a esforzar -empieza Alain Prost.
-¿Y tú? [Ayrton Senna lo mira a los ojos]. ¿Y tú qué?
-[Ayrton Senna se ríe]. ¿Entonces vas a relajarte?
-[Risas]. Ya tengo un poco más de presión. Tú añades más presión.
Ron Dennis, el entonces patrón de McLaren, interpreta ahora la escena y describe la eterna competencia entre ambos pilotos: "Se les veía sonreír, pero al mismo tiempo había un lenguaje corporal un poco raro, según se daban cuenta de dónde estaban y lo que iba a pasar". Sólo aguantaron juntos dos temporadas. Se jugaron varios mundiales, casi todos en la última prueba. Ayrton Senna ganó tres (1988, 1990 y 1991).
"Siento paz. Es como si me hubiesen quitado toneladas de peso en los hombros. Es difícil expresar qué se siente. ¡Soy campeón del mundo!", declaró tras su primera vez. Ayrton Senna era tan rápido dentro como fuera de los circuitos. Cuando el expiloto Jackie Stewart le acusó de ser el corredor con más percances, Senna reaccionó sin despeinarse: "He ganado más carreras que nadie en los últimos años". Auténtico hasta el infinito. También para mostrarle a Prost que no le gustaba. Llegaron a ignorarse. "En ese momento", reconoce Alain Prost, "quería pegarle un puñetazo en la cara, pero me daba tanto asco que no pude".
"Cada vez que ganaba, en vez de intentar ocultar sus orígenes brasileños, agitaba la bandera. Hacía donaciones sin parar", destaca su hermana Viviane, presidenta de la Fundación Ayrton Senna, que el piloto proyectó dos meses antes de fallecer, y del Instituto Ayrton Senna. Dos instituciones creadas por la familia del piloto para ayudar a los niños y niñas más necesitados de Brasil.
Ayrton Senna se enfrentó con el poder para luchar por la máxima seguridad de los pilotos, y no parecía preocupado de que se aireara su vida sentimental. Sí que lo estaba, y mucho, antes del inicio del GP del Pacífico. La mañana del 1 de mayo de 1994 Senna era otro. No dejaba de darle vueltas al accidente de su compatriota Rubens Barrichello, que salió ileso, y, sobre todo, a la muerte en los entrenamientos de Roland Ratzenberger el día anterior.
"Nunca había visto tan tenso a Senna como aquel fin de semana. No le vi sonreír en ningún momento. Estaba siempre concentrado [...] Triste, diría yo", interviene el periodista deportivo Reginaldo Leme. Como tantos otros días, Ayrton Senna empezó la jornada leyendo la Biblia. Era muy creyente. A falta de seis vueltas, Senna dominaba la prueba, aunque cada vez tenía más cerca a un futuro mito, Michael Schumacher.
Por causas todavía desconocidas, Ayrton Senna perdió el control del Williams: no sufrió ni un rasguño ni se rompió ni un hueso. El piloto recibió un golpe a 216 kilómetros por hora en el casco con la barra de suspensión. Si el impacto hubiese sido 15 centímetros más arriba o más abajo, Ayrton podría haber vuelto andando al paddock. "No soy inmortal. Sé que corro un peligro constante, pero no voy a renunciar a mi pasión por mucho miedo que tuviera. Es mi vida", defendió siempre el genio.
"Para mí era un ídolo. Representaba lo mejor de Brasil", lloraba una adolescente. "Te quiero, Senna. Nunca te olvidaré", confesaba, mirando a la cámara, otra más veterana. Ayrton siempre dará que hablar. Los genios nunca dejan de inspirar. Por más proyectos como Senna.
Título: Senna. Dirección: Asif Kapadia. País: Reino Unido. Duración: 104 minutos. Año: 2010. Reparto: Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell, Ron Dennis, Jean-Marie Balestre, Sid Watkins... Guión: Manish Pandey. Música: Antonio Pinto. Fotografía: Jake Polonsky. Productora: Working Title Films / Midfield Films. Productor: James Gay-Rees. Género: Documental deportivo. Valoración: 3.9 sobre 5.