En mi camino hacia la segunda maternidad, no hubo nada que dejara por probar. Ya durante la primera y larga búsqueda probé casi todo lo que estuvo a mi alcance, pero este lubricante tan conocido entre las desesperadas del positivo que nunca llega no lo había probado hasta la segunda ocasión.
El Pre-Seed es un lubricante fertility-friendly, es decir, (presuntamente) amiguito de los espermatozoides. Aunque mucha gente lo desconoce, la mayor parte de los lubricantes tradicionales, incluso la saliva, el agua o el aceite de masajes, pueden ser totalmente contraproducentes a la hora de concebir, dificultando mucho el movimiento de los espermatozoides o incluso matándolos, pues algunos contienen espermicidas. Lo que en teoría hace el Pre-Seed es crear un entorno idóneo para que sobrevivan el mayor tiempo posible, recreando el moco cervical de la mujer (que es el único lubricante verdaderamente imprescindible para encaminar a los espermatozoides hacia su destino).
El problema es que con el paso del tiempo este lubricante ha terminado vendiéndose como una ayuda a la fertilidad, como si su uso te diera más puntos para acertar en la diana. Anda que no he pasado yo las horas muertas leyendo testimonios de gente que aseguraba que tras meses de intentos infructuosos, había sido usar el Pre-Seed y habían acertado el primer mes. Con unas opiniones tan buenas en la red, ¿cómo no probarlo?.
Es posible que al leer esto estés pensando que no os hace falta ningún lubricante. Si es así, mejor que mejor, cuantas menos interferencias externas, más contenta estará la madre naturaleza. Pero por desgracia, el estrés de los negativos mes tras mes, la frustración y la desesperanza, la programación de las relaciones sexuales de acuerdo a los datos arrojados por el sintotérmico, por los test de ovulación (o ambos), el efecto de algunos tratamientos… hay muchas razones por las que a veces el acto sexual se convierte en algo poco estimulante, al menos de primeras, y una ayuda es necesaria. No hay que sentir vergüenza por esto, miles de personas comparten, desgraciadamente, esta experiencia todos los días.
El precio está en torno a los veintitantos euros. Si no me equivoco, hay varias presentaciones, por lo que el precio puede variar. Lo compré en Amazon UK, aprovechando un pedido que hice de test de embarazo y ovulación, pero está disponible en infinidad de tiendas online de productos de parafarmacia.
Su uso es sencillo. Dentro de la caja, además del tubito, vienen una especie de jeringuillas que sirven para cargar el lubricante e introducirlo directamente en la vagina. Por sorprendente que parezca, el lubricante no se cae aunque te lo pongas de pie y la sensación que produce no es nada desagradable, prácticamente no se nota. Eso sí, yo usaba la mitad de la cantidad indicada porque la propuesta en la caja para mi gusto producía un efecto piscina totalmente prescindible. En realidad, creo que no es necesario montar el berenjenal de cargar la jeringa, introducirlo y descargar, creo que es suficiente con extender un poco en la zona externa, aunque eso ya dependerá de las necesidades de cada uno.
Me sorprendió la sensación inicial. No tiene que ver con un lubricante tradicional, para la cantidad que se aconseja usar, es más ligero, casi imperceptible, no chorrea y resulta muy agradable. Es un punto a su favor, porque el hecho de tener que enchufarte el lubricante antes de es algo ya de por si capaz de reducir todas las ganas a menos doscientos, así que el que sea agradable de usar es muy de agradecer.
Pero ahora, vamos a lo importante, ¿funciona?, ¿te quedas embarazada al instante?. En mi caso debo decir que NO. Ni acompañando el lubricante de la famosa postura piernas y culo levantados durante media hora mínimo después de. Yo tenía el convencimiento de que iba a funcionar, ¿cómo no?. A ver, lubricante amigo de los espermatozoides, efecto de la gravedad, por Dios, ¡si llegué a dormir noche tras noche con almohadas en las piernas y sin moverme para que los espermatos se cayeran de cabeza sin remedio contra el óvulo!. ¡Y ni por esas!.
Fuera bromas, no me sirvió. Los meses que lo probé, que fueron dos o tres, no conseguí resultados. Así que lo aparqué, de hecho tengo la caja todavía por ahí, creo que no la he tirado porque quizá algún día lo pueda usar como lubricante normal y corriente (que yo el chiringuito ya lo cerré, entre otras cosas porque no me vería capaz de volver a pasar por este trago nunca más en la vida, sinceramente).
El mes que me quedé embarazada no había usado ningún día el Pre-Seed. De hecho, esto que voy a decir es un clásico, pero así fue: el mes que me quedé embarazada fue el mes que menos parafernalia hice.
Mi opinión, después de conversaciones sobre el tema con gente que está a la búsqueda, y tras mi propia experiencia, es que un lubricante por sí solo no va a llevar de la mano al espermatozoide hasta el óvulo y lo va a fecundar, ¡hay tantas cosas implicadas en el proceso!. Durante la búsqueda de un embarazo, efectivamente, lo recomendable es desterrar todo lubricante artificial, en la medida que este puede dañar parte o la totalidad del esperma. Y si tienes que usar algo, no es mala idea usar un lubricante que esté diseñado para mimetizarse con el moco cervical y no resultar un estorbo.
Muchas parejas desconocen los fundamentos más básicos de la fertilidad, de modo que probablemente estén dando palos de ciego, con Pre-Seed o sin él (y lo sé porque precisamente nosotros fuimos una de tantas). No bastante con tener relaciones, hay que saber cuándo tenerlas.
Es posible que haya parejas que sin saberlo hayan estado usando lubricantes espermicidas y al cambiar a éste, más respetuoso, justo hayan hecho diana, pero creo en la mayoría de los casos el acierto ha sido más casualidad que otra cosa.
¿Lo habéis probado? ¿Os ha ido bien? ¿Compartimos experiencias sobre el tema?.