Hoy viernes y a dos jornadas del Día de la Mujer Trabajadora, vamos a recordar uno de sus Derechos Fundamentales... que no es el de trabajar (aunque también), sino el de ser mujer. Millones, en todo el mundo, sufren el desprecio, el odio, las violentas tradiciones y la desigualdad absoluta. Entre el dolor mas insufrible está la ablación femenina, una práctica que aún, en pleno siglo XXI, sigue produciéndose.
La escisión. o circuncisión femenina, también conocida como mutilación genital femenina (MGF), es la ablación o eliminación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos, particularmente del clítoris con motivo de eliminar el placer sexual en las mujeres por razones culturales, religiosas o cualquiera otra no médica. Según las estadísticas, la práctica de la ablación afecta en la actualidad alrededor de unas 135 millones de mujeres y niñas en el mundo. Se cree que cada vez se practica a niñas con una edad mucho menor quienes sufren la mutilación para evitar que puedan juzgar la práctica por sí mismas al ser mayores. De estas, el último informe de Amnistía Internacional para concienciar de los malos tratos a las mujeres daba la cifra de 120 millones de mujeres clitoridectomizadas (amputación del prepucio del clítoris por circuncisión, pudiendo extirparse en parte o en su totalidad el clítoris), y de tres millones de niñas por año en veintiocho países diferentes
Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
Aunque se concentra principalmente en 29 países de África y de Oriente Medio, la ablación es un problema universal y se practica también en algunos países de Asia y América Latina. Además, persiste también en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Aunque la práctica se ha mantenido durante más de mil años, hay motivos para pensar que se puede acabar con la mutilación y la ablación genital femenina en una sola generación. El Fondo para la Población, junto con UNICEF, dirige el programa mundial para acelerar el abandono de la población. El programa se concentra en 17 países africanos y también apoya iniciativas regionales y mundiales.
Se cree que este ritual de iniciación en origen fue realizado a las niñas de algunos países de África, Oriente Medio y otros. La costumbre es de procedencia incierta, aunque hay algunas versiones que afirman que comenzó en el antiguo Egipto y a partir de allí se extendió al resto del continente africano. Aunque se localiza sobre todo en la zona centro-africana, esta práctica no se limita al continente africano, pues se sabe que esta práctica también ocurren en varios países de Asia, Europa, Australia e incluso América.
Practicada en muchos casos como rito de iniciación a la edad adulta, actualmente este motivo está disminuyendo debido a la prohibición de su realización en muchos países. En algunos casos se recurre a tradiciones religiosas para argumentar en su favor, cómo en el Islam.
La pérdida casi total de sensibilidad es la principal consecuencia para las afectadas, con el añadido trauma psicológico. Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, ya que se realiza casi siempre de manera rudimentaria, a cargo de curanderas o mujeres mayores, y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios.
A la ablación se le conoce con distintos nombres:
- Infibulación y escisión, son expresiones comunes al procedimiento empleado para efectuar la mutilación.
- Mutilación genital femenina (MGF), que es la expresión oficial utilizada para referirse a esta práctica por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El aumento de la inmigración ha traído también esta práctica a Europa. La mutilación genital femenina, en cualquiera de sus modalidades, se encuentra penada por la ley en los principales países de este continente con algunas excepciones como Italia o Irlanda. No obstante, aunque existen en algunos países europeos con normativas legales de control sobre el permiso de salida para las niñas en situación de riesgo por este tipo de costumbres, hay denuncias de que medio millón de mujeres y niñas han sufrido la MGF en Europa en los últimos tiempos, incluso en centros sanitarios bajo cuerda. Un imán de Bristol aconseja que la ablación de las niñas sea realizada en el extranjero, para burlar la prohibición que desde 2003 pesa sobre esta práctica. Entre todos debemos defender siempre los derechos de todas las mujeres, sea cual sea su lugar de origen, religión, cultura o clase.
Como cada día, también debemos recordar que nuestro objetivo es que el Papa Francisco se una a nuestro mensaje de Paz y Amor. Para ello, como siempre, os pedimos que entreis a ver el vídeo que hemos subido a Youtube y nos dejéis un comentario. Ayer, hoy y siempre...
¡¡¡ QUÉ BAILE EL PAPA !!!