Ayuso y Casado, para casa

El suicidio en directo que está consumiendo al PP tendrá un final drástico, de esos que te deja pegado al sofá intentando leer los minúsculos títulos de crédito mientras te frotas los ojos. Ayuso y Casado ya están muertos políticamente y deben irse los dos a casa. Una por corrupción y el otro por juego sucio. Y los dos también por infantilismo. Ambos mueren matándose y seguimos viendo, estupefactos, la suciedad que rodea a todo lo que exude poder y avaricia. Hasta se habla ya de "mafia genovesa", con el grave daño de imagen que eso implica para el partido. El PP necesita otro liderazgo, sólido y fiable. Un cambio radical de estilo y estrategia. Estos dos mediocres estorban por completo porque no están a la altura de sus cargos. Nunca lo estuvieron y por eso no extraña tanto lo que ha pasado.

Algunos barones del PP, con razón, ya agitan la bandera de un congreso extraordinario cuanto antes para forzar una salida digna a este culebrón en el que sobran los brazos ejecutores y, sobre todo, los que mecen la cuna (léase Teodoro García Egea, Miguel Ángel Rodríguez y, como no, el sempiterno y nuclear José María Aznar). O eso, o refundar y reorganizar por completo el partido con otro nombre, ya que las siglas PP arrastran un historial de bombazos informativos, corruptelas, espionajes y maniobras orquestales en la oscuridad realmente sonrojante. Al final, el cambio de ciclo político que ellos mismos pregonaban será en la cúpula de este rocambolesco PP nacional, que en el momento de teclear esto sigue a fuego cruzado. Así que menos guerra total, menos misiles y mucho sentidiño, mucho desinfectante. Sólo así podrán volver a ser alternativa y frenar a tiempo la potente subida que ya olfatea la ultraderecha de Vox.

Maniobras Orquestales en la Oscuridad - Enola Gay