Ya estamos en verano, en la mejor época del año para vivir en el exterior. Es el momento de disfrutar durante el día del sol, de la playa, del agua y por la noche aprovechar el frescor al aire libre, los paseos al anochecer, la fiesta nocturna… La decoración tiene un papel incisivo, donde predominan los colores frescos para contrarrestar el calor del día y de la noche.
Os quiero mostrar un lugar idílico donde la vida pasa tranquila y despacio, de forma muy sugerente. En cada rincón de esta isla griega, encontramos una decoración basada en colores claros y naturales, como el azul del mar o el blanco de la arena, inspirados en la naturaleza. El azul turquesa es un color muy refrescante que aporta tranquilidad, alegría e ilusión. Las casas con sus formas orgánicas son pintadas a la cal blanca y las persianas de color azul. El blanco es un color que repele el calor de forma que enfría el ambiente. También los tonos ocres y cremas son empleados, inspirados en los colores del amanecer. Se añade la decoración unas sillas de madera clara. En cada esquina se completa la decoración con textiles finos como velos acompañados de cojines blancos, toallas de playa con motivos elegantes, velas de colores que iluminan de noche creando una atmósfera intimista y personal.
¡Date un paseo por este pequeño paraíso!
Fotos
¡Me encantaría pasar unas vacaciones en este lugar de ensueño! ¿… y a ti, te gusta?
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