Revista Opinión
Azul, celeste, marino, cian, confusión de babel para dar textura a un sentimiento, una emoción, un pellizco o el estremecimiento telúrico que sacude al alma sensible cuando contempla desvalida la belleza innombrable, el horizonte infinito o la tristeza desconsoladora con los ojos húmedos de mirar hacia adentro y ver lo de fuera. Colores, nombres, pálpitos del ser al que la vida sorprende con las gamas de una naturaleza cromática y siempre tiránica, como los sentimientos, el blues o el amor.