C: Soplame la vela!
T: Que dijiste?
C: Que me soples la vela Tetera idiota!
T: Pero vos te degeneraste del todo, está bien que la misma maldición que convirtió al principe en una bestia nos convirtió a mi en tetera y a vos en un candelabro, pero yo sigo siendo una madre, es más acá está mi hijo la taza, y no me voy a rebajar a tus ordinarieces.
C: Ta, ya no importa, demoraste tanto que se consumió del todo la vela derecha, que es lo mismo que perder una mano ¿te das cuenta, imbécil?
T: Ah, perdón, pensé que te me estabas insinuando, candelabro
C: Ni en pedo gorda, no te ofendas, pero no te toco ni con el humo de un incienso
T: Tampoco te tenés que poner así... digo, que ahora te haya dicho que no no quiere decir que en un futuro...
C: Pero vos estás más loca que una licuadora, ¿donde está el reloj? lo tengo que encontrar para contarle esto... RELOOOOOOJ!!
R: Shhh... boludo, callate y quedate quieto.
C: Qué pasó?
R: No ves que Bella entró a cambiarse?
C: Pa... IN FER NAL, y yo puteando a la gorda... ¿que vista, no?
R: Si... se le para a uno el péndulo
T: Sos un viejo verde
C: ¿te imaginas con ese cuerpecito y yo tirándole gotitas de cebo caliente?
T: taza, nos vamos, no se puede con estos dos degenerados
C: Traelo para acá al botija, que aprenda lo que es una mujer, sino después cuando nos saquen la maldición le va a entrar a la vajilla.
T: Tienen razón, el otro día lo encontré en el baño embelezado con el vasito donde se guardan los cepillos, tacita, andá con el tío reloj y el tío candelabro.
C: PAAA, mirá como camina, se ve que la bruja le erró en un pequeño detalle en la maldición al principe
T: Qué queres decir?
C: Digo que debe ser una bestia literalmente
T: Ahh, no, vos decís que los gritos de anoche eran de eso... y yo que pensaba que el tipo la estaba torturando
C: Y bueno... en un sentido...
R: Quedate tranquilo que ya hablé con la bestia y nos dijo que si nos quedamos callados nos deja mirar esta noche.
C: Que demás...NOOOOOOO!
R: Que?
C: Que perdí mi mano derecha, gorda de mierda!!!!