
En esta ocasión Kinsey tiene problemas para llegar a fin de mes, así que se ve obligada a aceptar un trabajo con el que no está muy convencida: una mujer, Mrs. Dazinger, acude a Kinsey para que busque a su hermana, Elaine, pues la necesitan para firmar unos documentos y recibir una herencia. Sin embargo, lo que parece un caso de lo más rutinario, no tarda en complicarse en cuando Kinsey empieza a investigar: en una de las casas de la desaparecida, se encuentra a una misteriosa mujer que dice ser amiga de ésta; después, Kinsey descubre que la compañera de bridge de Elaine ha sido asesinada y su casa pasto de las llamas; incluso la señora Dazinger acaba despidiéndola para que no investigue más.
Convencida de que detrás de la desaparición hay mucho más, Kinsey se alía con una de las vecinas de Elaine para poder buscar y desentrañar qué narices está ocurriendo.
Como A de adulterio me gustó mucho en su día, tenía miedo a que B de bestias supusiera una decepción, pero por suerte no ha sido así. Y es que creo que la autora, Sue Grafton, ha sabido encontrar el equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo. Me explico: sí que se nota que la novela está ambientada en la Santa Barbara que propuso Sue Grafton en su primera entrega, pero al mismo tiempo el misterio es lo suficientemente distinto como para no tener la sensación de déja-vù.
Si en la primera parte teníamos un asesinato cometido ocho años atrás y una supuesta culpable con la que no sabías demasiado bien a qué carta quedarte, en esta segunda tenemos una desaparición que se va complicando. Yo desde el principio tenía claro lo que le había ocurrido a Elaine (la desaparecida), pero eso no quita que ese elemento de no saber si está viva o muerta, de si Kinsey podrá salvarla o no, funcione bien y le dé una nueva dinámica a la novela. Al igual que se lo dan los nuevos secundarios, sobre todo esas vecinas con las que Kinsey se acaba aliando y cuya relación con nuestra protagonista da muy buenos momentos.
Quizás el caso es un poco predecible. O, al menos, yo lo resolví, pero eso no quita que B de bestias sea muy entretenida, de lectura muy fácil y que la trama esté bien armada. Además, eso de resolver el misterio siempre emociona, así que por esa parte no me voy a quejar.
Otro de los aspectos que me ha gustado es volver a reencontrarme con Kinsey y ver cómo va su vida tras todo lo sucedido en el anterior. Kinsey es una de mis detectives favoritas y me parece muy original que sea una mujer sana, con la vida ordenada y que veamos, más o menos, su rutina y su mundo y su gente. De hecho, Kinsey sigue siendo la misma, lo que es de agradecer, ya que la mujer mola mucho y siempre es un placer leer cómo va haciendo sus pesquisas, interrogando a todo tipo de gente y sin achantarse ante nadie.
Por lo demás, ya sólo me queda repetir lo que ya dije cuando reseñé A de adulterio: es una novela muy bien escrita, simple, clara, que va directa al grano, lo que en este caso es una virtud. Así, no te cuesta hacerte una imagen mental de los sospechosos y de la situación y tienes muy claro quién es quién y qué relación tiene con la víctima, lo que ayuda bastante a que veas por dónde van los tiros.
Y, nada, a ver si me hago con el tercero un día de estos.
El próximo lunes literario estará dedicado a... La luz fantástica de Terry Pratchett.