Definir una película como “Baby Driver” resulta bastante complicado. Con esencia cómica, cuerpo de cinta de acción alocada y aureola de extraño musical, su resultado final es ecléctico y en ocasiones volátil, pero a menudo divertido. Por lo tanto, no se trata de un largometraje apto para espectadores clásicos que sólo toleran propuestas reconocibles y cumplidoras de las normas sagradas del cine más convencional. Cabría calificar de experimento raro su condición si no fuera porque está dirigido por Edgar Wright, un cineasta cuyas señas de identidad son el toque irreverente y la comicidad incontrolada. De los títulos de sus anteriores trabajos (“Zombies Party”, “Arma fatal”, “Scott Pilgrim contra el mundo”, “Bienvenidos al fin del mundo” o su participación en la obra colectiva “Grindhouse”) se deduce ese estilo gamberro e inofensivo, entretenido y sarcástico, cuyo aparente desorden no es tal, sino que consiste en una estudiada y meditada forma de narrar cinematográficamente las historias. Así pues, para ver este film es preciso acudir a la sala de proyección con ánimo descarado y juvenil. De lo contrario, la actitud chulesca, la estética macarra y el humor desvergonzado de los personajes sacarán sólo a relucir los errores de una obra que, como muestra del género de acción, resulta mediocre, poco rigurosa y bastante increíble. Sin embargo, si “Baby Driver” funciona, es por ese toque gracioso, transgresor y faltón que marca toda la narración, de modo que se puede disfrutar de un rato de entretenimiento ágil y atrayente siempre que se conecte previamente con su contexto desenfadado y travieso. Un joven piloto domina la conducción con inusitada habilidad. Trabaja para un mafioso pero, cansado de su estilo de vida y de cumplir las normas de su jefe atracador, decide cumplir una última misión antes de retirarse, aunque el delincuente en cuestión no va a dejarle libre tan fácilmente. Heredero del carácter de otros realizadores como Guy Ritchie (“RocknRolla”) o Matthew Vaughn (“Kick-Ass: Listo para machacar”), la oferta de Wright tal vez lleve al público a identificarla con “Drive”, de Nicolas Winding Refn. Sin embargo, poco hay en “Baby Driver” del icónico referente protagonizado por Ryan Gosling. El silencio, la cámara lenta, la expresión contenida y el ritmo pausado que encandiló en aquella da paso aquí a una total falta de moderación y a un semblante irrespetuoso que pretende inundar de alegría el metraje. Pese a todo, el resultado final es correcto y, en mi opinión, constituye el mejor proyecto de su realizador hasta la fecha. Aunque su estilo no se encuentre entre mis preferencias, le reconozco efectividad y autenticidad. Con un toque musical, una pizca de dulzura, algún condimento romántico, un tono bravucón y un ingenioso hilo conductor, desarrolla una sinopsis burda en la forma pero creativa y, a ratos, brillante en el fondo. Una fórmula fresca y por momentos original, revestida de un divertimento sin pretensiones que consigue hacer olvidar lo artificioso que es todo. Probablemente, no es casual que a la sombra se sitúe el gran productor Tim Bevan, con múltiples reconocimientos y nominaciones gracias a algunas excelentes películas más acordes con el gusto de críticos y académicos, como “Expiación”, “La teoría del todo” o “Elizabeth”. Sin embargo, sus aportaciones más corrosivas (“Fargo”, “El gran Lebowski”) enlazan a la perfección con “Baby Driver”. El actor Ansel Elgort, visto en “Bajo la misma estrella” y en la saga “Divergente”, encabeza el reparto. Le acompañan pesos pesados de la profesión como Kevin Spacey (ganador de dos Oscars por “American Beauty” y “Sospechosos habituales” y con numerosos títulos de visión imprescindible), Jamie Foxx (estatuilla dorada por “Ray”) o Jon Hamm (célebre por la serie televisiva “Mad Men”). También este casting coral resulta altamente llamativo. Como la película.
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Datos del film
Título original: Baby Driver
Año: 2017
Duración: 115 min.
País: Reino Unido
Director: Edgar Wright
Guion: Edgar Wright
Música: Steven Price
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey, Eiza González, Jon Bernthal, Ben VanderMey, Thurman Sewell, Allison King, Lance Palmer, Keith Hudson, Patrick R. Walker, Hudson Meek, Troy Faruk