Baby Lores e Insurrecto, dos de los más polémicos exponentes de la música urbana en Cuba, se presentan hoy en Miami, dando paso a lo que podría ser el regreso del Clán 537 que tantos seguidores tiene dentro y fuera de la isla.
La separación del aclamado dúo prodigó caminos por separado a los dos artistas, quienes reconocen que a pesar de impulsar sus proyectos independientes jamás han recobrado la popularidad que alcanzaron cuando se presentaban juntos.
Baby Lores e Insurrecto, forjados en la era de la tiradera de los reguetoneros en Cuba, reconocen que fueron víctimas de los malos manejos y de las malas decisiones como resultado de alcanzar la fama con tanta juventud e inexperiencia.
“Este es un excelente momento para la música cubana y hay que ocupar un espacio en medio de las posibilidades que ofrecen estas nuevas relaciones entre Cuba y Estados Unidos”, asegura Baby Lores, uno de los más sobresalientes músicos de su generación.
Para el Insurrecto el fantasma de la censura que ha acompañado sus líricas lo ha hecho crecer como rapero. “Siempre es difícil decir la verdad y señalar con canciones, pero la censura está en todas partes y nunca podrá doblegar a los temas edificantes. Esa es nuestra esencia”, aseguró a Yusnaby Post.
El concierto en Miami en la discoteca Twelve tiene sus capacidades agotadas desde mucho antes de la llegada de los artistas a los Estados Unidos.
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