"En el piso sesenta y uno de la torre del hotel, él la espera. ¿Es el último día de su vida o es el último día de una vida? Ha memorizado el número, por supuesto: 6183. Como si lo llevase tatuado en la muñeca. Como si, para él, fuera una propiedad. Se pregunta ¿si la estará esperando, junto al ascensor? ¿Con ganas de que llegue?
Aún puedes dar media vuelta. Si te vas ahora, nadie va a enterarse. El porqué no está claro. Por qué ha venido, arriesgando tanto. Nunca preguntes por qué. El desafío es la ejecución: el cómo. Pero no da media vuelta. Se siente atraída hacia delante de manera inexorable. Propiedad. Condena. La propiedad de un hombre, una condena.
Que Joyce Carol Oates (1938, Lockport, norte del estado de Nueva York) es una de mis escritoras preferidas, no es ningún secreto para los que habitualmente me visitáis, y que, esperaba como agua de mayo una nueva novela suya, pues es como para creérselo, ¿verdad? Tras leer "Babysitter", corroboro que lo ha vuelto a conseguir, que esta prolífica autora que ya ha cumplido 84 años (¡madre mía!, con esa edad y escribiendo obras maestras. . .) con mas de cien títulos, entre ellas 60 novelas y varios Premios en su haber, ha estado como siempre a la altura, no me ha defraudado.
De qué va la novela, sin spoiler
Ambientada en Detroit, año 1977. Los habitantes de la ciudad, con los recuerdos todavía recientes de los graves altercados raciales sufridos una década antes, viven ahora atemorizados por un asesino en serie de niños blancos entre 10 y 14 años, generalmente huérfanos o tutelados, que opera por la zona. Babysitter, “La niñera”, que así es como se le ha apodado, los captura, abusa de ellos, los tortura y los mata dejándolos a la vista desnudos, con los brazos cruzados sobre el pecho y su ropa limpia doblada y planchada junto a los cadáveres.
La narradora de la historia es Hannah Jarrett, una rica ama de casa madre de dos niños, esposa de un conocido hombre de negocios, Wes, y con niñera filipina, Ismelda (que no tiene nada que ver con Babysitter). En un evento benéfico, conoce a un atractivo y misterioso hombre apodado “Y. K.”, con el que decide flirtear para evadirse un poco de su aburrida vida tras 11 años de matrimonio, porque necesita, ansía, sentirse de nuevo querida, deseada, plena, completa. Se cita con su amante en la habitación 6183 en el Renaissance Grand Hotel, un viernes santo, convencida de que no ocurrirá nada, pero sabiendo en el fondo que, una vez que cruce esa puerta y cometa el pecado, no habrá vuelta atrás y su familia podría quedar destruida para siempre. No se equivoca. . ., las consecuencias son demoledoras.
La novela tiene dos hilos argumentales que se fusionan, se separan, y se vuelven a fusionar:
● Por una parte, los encuentros entre los dos amantes y la vida de Hannah que iremos conociendo, su pasado, su controvertida relación con Joker Daddy, su padre, sus sueños en el presente, sus sentimientos, sus mentiras, el tormento de su culpa. Seremos partícipes, sin poder hacer nada por evitarlo, de cómo se va metiendo en la boca del lobo, al principio de forma ingenua, y sufriremos por ella después, cuando aun dándose cuenta de una serie de detalles que no le cuadran, e incluso tras haber sufrido violencia extrema de la mano de su amante, se pone una venda en los ojos, prefiere ignorar sus sospechas y seguir adelante con su obsesión por él.
● Por otro lado, hay una trama secundaria no menos importante para el desenlace final, relacionada con la Misión Infantil de Saint Vincent, en la zona residencial de Royal Oak (Míchigan), un hospicio católico para chicos de seis a dieciocho años, regentada por un sacerdote, el padre McKenzie.
Además, hay continuos saltos en el tiempo que podrían desorientarnos un poco, pero eso no sucede, al ser tratados con suma destreza, y capítulos en los que las víctimas de Babysitter, esos niños asesinados que a nadie importaban, se dirigen desde el más allá a nosotros, a los lectores, a la sociedad que los desprecia, y nos cuentan cómo se sintieron cuando murieron.
Cuando morimos, nuestros cuerpos (hermosos) (desnudos) se convirtieron en materia inerte. Cuando morimos, nuestros últimos y ahogados gritos se quedaron atrapados en la garganta. (Se diría que, si te hubieses tendido a nuestro lado a la hora de la muerte y hubieras pegado la oreja a la garganta, y si hubieses sido digno de ello, habrías oído un débil eco de ese grito final). Cuando morimos, nuestro tormento terminó. Pues la misericordia nos aguarda a todos y a todas. Cuando morimos, ninguno de los que nos engendrasteis estabais cerca, ni mucho menos. Cuando morimos, lo hicimos a solas, con terror. Porque no estabais cerca, ni mucho menos. Cuando morimos, planteaos por qué tuvisteis hijos si no nos queréis. Planteáoslo.
Los puntos fuertes de la novela
✔ Babysitter es una historia basada en hechos reales ocurridos en los años 70, cuando un asesino en serie de niños conocido como Babysitter atemorizó a los habitantes del condado de Oakland. En una entrevista, Oates nos cuenta: " Su historia me ha perseguido durante años. Vivía en Detroit cuando este secuestrador infanticida actuaba, y siempre he querido escribir sobre la atmósfera que se respiraba en la ciudad durante su reino del terror. Nunca fue capturado, pero las fuerzas de la ley sospechaban de uno o dos hombres de la zona, ambos pedófilos con antecedentes por abusos contra menores. Me atraen particularmente los misterios de Estados Unidos que todavía están sin resolver ya que creo que, como novelista, puedo especular con mucha más libertad e imaginación". ✔ Esde sobra conocido, que la autora sabe construir personajes brillantes, muy potentes, con mucha fuerza. Aquí, quién brilla de forma especial es Hannah, la rica e ingenua esposa aburrida, que de la noche a la mañana se encuentra atrapada entre las garras de un hombre que ejerce sobre ella una violencia psicológica y sexual sin límites. Un hombre, “Y. K.”, manipulador, cruel, maquiavélico.En la ficción, la personalidad de Hannah resulta fascinante: mujer débil, insegura, con la autoestima por los suelos, siempre condicionada por la opinión de los hombres, asfixiada por el patriarcado que siempre la ha rodeado. ¿Algo tonta? ¿Dónde queda su buen juicio?
Empatizar con ella es fácil, porque la ves sufrir física y emocionalmente, pero cuesta mucho entenderla, porque vale que al principio no sabe donde se está metiendo, entiendes su ingenuidad. Pero después de ver esa pasividad ante tanto indicio que debería alertarla y tras sufrir con ella tremendas agresiones, solo te apetece zarandearla, gritarle “chica, huye, sal de ahí como alma que lleva el diablo”. Pero no, ella siempre, le disculpa, encuentra una justificación válida, le haga lo que le haga su amante y tira piedras sobre su propio tejado, una, otra y otra vez, dejándose engañar de esa manera tan evidente. Pero sabemos, por las noticias, por el mundo que nos rodea que en la vida real hay muchas mujeres como Hannah, que se sienten atadas física y emocionalmente a hombres que las vejan y las maltratan, pero que son incapaces de reaccionar quizás por el tipo de educación recibida, por lo que han mamado durante su infancia. Víctimas de ellos, pero también sin tener culpa, víctimas de sí mismas.
✔ "Babysitter" es una historia totalmente marca de la casa, muy al "estilo Oates" (creo que sería capaz de reconocer cualquier obra suya con los ojos cerrados y desconociendo totalmente la autoría) tanto por esa forma tan suya, tan peculiar de narrar, como por contener todos los temas recurrentes en sus escritos: pedofilia, las drogas, la explotación de los inmigrantes, el racismo profundamente arraigado en Estados Unidos en esa época, la misoginia, el machismo, la violencia física y psicológica contra las mujeres, protagonistas que parecen existir únicamente complacer y servir al deseo masculino.
Aunque reconozco que me costó un poco entrar en la trama (solo en las primeras páginas, luego ya fue un no parar), leer a Joyce Carol Oates de nuevo ha sido una delicia y no ha hecho más que volver a confirmarme lo que ya sabía, que es la puta ama del thriller (perdón por la expresión), que desborda talento, y que es única en lo que hace, única en denunciar el horror doméstico en todas sus facetas a través de las palabras, a través de la literatura.
✔ El final me ha parecido genial, inesperado, desconcertante, eso sí, enrevesado, de los de ir atando cabos. Reconozco que he tenido que retroceder un poco, releer algún que otro capítulo para que todo me quedara claro, para certificar algunos detalles que se me habían pasado por alto.
Resumiendo: "Babysitter" me ha parecido una novela desgarradora e impactante, donde la autora nos muestra con la prosa deslumbrante que le caracteriza, el abuso al máximo exponente, una sexualidad y un erotismo retorcido, violento, perverso, lo que podría denominarse una relación tóxica, pero que ni siquiera llega a ser "relación"
«BABYSITTER SOLO SE LLEVA A NIÑOS NO QUERIDOS Y NO MERECIDOS».¿Os recomiendo leer esta novela? Por supuesto, pero sobre todo os recomiendo leer cualquier novela de la autora, descubrirla si es que todavía no habéis tenido el placer de hacerlo. Os cuento que para mí, a pesar de haber disfrutado mucho leyendo Babysitter, mi preferida de las leídas hasta ahora sigue siendo “Persecución”. Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: