Para quienes aún están decidiendo a qué centro educativo enviar a sus hijos para el próximo curso, teniendo en cuenta que la oferta es cada vez más amplia, la elección puede ser abrumadora. Muchos padres se encuentran en un mar de dudas del que es difícil salir, sobre todo cuando se comparan opciones que pueden ser a simple vista bastante parecidas. Muchos se preguntan si deberían optar por el bachillerato británico, con su énfasis en la educación académica y su larga historia de éxito; o si deberían elegir el sistema educativo internacional (bachillerato internacional), que enfatiza las habilidades prácticas y la adaptabilidad global.
El sistema educativo británico es conocido tradicionalmente por su rigurosidad académica, su enfoque en la preparación para los exámenes y en la enseñanza de las artes y las humanidades. Aunque la mayoría de colegios británicos por tradición no proporcionan una oferta excepcionalmente amplia, esta tendencia está cambiando en los últimos años. El sistema británico por naturaleza es bastante flexible si se compara con el sistema educativo internacional, ya que permite la combinación de un número reducido de materias en un único currículum académico. Apostar por un currículum británico es apostar por la especialización ya desde la etapa educativa de educación secundaria – cursar 3 o 4 asignaturas es suficiente para obtener el título de educación secundaria, siendo su contenido extenso y proporcionando un entendimiento en profundidad de cada asignatura.
Un buen ejemplo de ello lo constituye Limitless Minds International College (LMI College, www.lmicollege.org) – centro de educación secundaria británica – situado en la Moraleja (Alcobendas), siendo uno de los pocos colegios en España que se ha atrevido a romper con la tradición y ha vuelto a las raíces del sistema británico para ofrecer una educación a medida que se ajusta a aquellos alumnos que priorizan la libertad de elección y optan por la flexibilidad curricular para satisfacer sus inquietudes intelectuales.
El sistema educativo internacional, por su parte, pone el foco en el aprendizaje basado en proyectos, la colaboración y el pensamiento crítico, con énfasis en el desarrollo de habilidades prácticas para preparar a los estudiantes para la vida en un mundo globalizado. El sistema educativo internacional se sirve de herramientas de alto rendimiento, del aprendizaje en equipo y del desarrollo de habilidades individuales que sus alumnos ponen en práctica como verdaderos profesionales en cada materia. Sin embargo, la educación internacional sí exige cursar una serie de asignaturas pertenecientes a unos bloques de conocimiento determinados para asegurar cierto nivel de desarrollo del alumno en distintos campos del saber.
Del mismo modo en que la educación británica evoluciona, centros de educación internacional de nueva creación también lo están haciendo. Este es el caso de THP International (www.thpinternational.org), un Colegio de Bachillerato Internacional (IB) de avanzada en Madrid – centro de educación secundaria internacional – que ya está apostando por la adaptación del modelo internacional a las necesidades específicas de cada alumno, siendo capaces de ofrecer un currículum internacional y una educación a medida que permite a sus alumnos elegir qué estudiar y cómo hacerlo mediante la aplicación de una metodología de enseñanza enfocada al éxito profesional en un mercado laboral cada vez más exigente.
Es comprensible que los padres estén preocupados por la preparación de sus hijos para la vida adulta y, sin embargo, es importante recordar que la educación no debe ser vista únicamente como una preparación para el éxito profesional. Y es ahí donde los padres de los futuros universitarios ponen más atención. ¿Qué sistema es mejor para alcanzar no solo las carreras universitarias con mejores salidas profesionales, sino además formar personas de éxito? Teniendo en cuenta el gran futuro de carreras relacionadas con Big Data, la aplicación de la biotecnología en las Ciencias de la Salud, las nuevas tecnologías, el mundo de la empresa o el Marketing Digital, no es difícil a día de hoy elegir una carrera universitaria sin que exista un conflicto de intereses entre la vocación del alumno y la variedad de salidas profesionales; y todo ello sin renunciar a una formación integral y completa dentro del sistema británico o en el sistema educativo internacional durante la última etapa de educación secundaria.
Dicho esto, a modo de resumen, cabe destacar que el sistema educativo británico resulta, en líneas generales, más flexible para sus alumnos. De hecho, cursando 3 o 4 asignaturas que son estudiadas profundidad es posible acceder a las universidades más prestigiosas a nivel internacional tras la etapa de educación secundaria; mientras que el sistema internacional requiere cursar obligatoriamente un número mínimo de asignaturas combinando bloques específicos de conocimiento. Además, la especialización a nivel académico desde etapas tempranas en la formación de los alumnos no solo facilita su acceso a la universidad, sino que ejerce un efecto muy positivo en su desempeño académico futuro.
En cualquier caso, si el alumno encuentra un sistema educativo más atractivo que otro, y a fin de facilitar su adaptación bien al sistema británico como al internacional, es importante ser consciente de que el cambio puede realizarse sin mayores dificultades y sin generar gran preocupación entre los alumnos y sus familias. De hecho, ya existen centros de estudios o academias, como es el caso de TutorASAP (www.tutorasap.es) – un centro internacional de alto rendimiento –, que se han especializado en dar apoyo a estudiantes del sistema británico y del sistema internacional en sus diversas materias y teniendo en cuenta las particularidades de cada uno.
En resumidas cuentas, para tomar una decisión bien informada, es importante que los padres consideren las necesidades y fortalezas individuales de sus hijos, así como sus objetivos académicos en el medio y largo plazo en los que, claro está, la salida laboral cobra una gran importancia. Ambos sistemas educativos pueden brindar a los estudiantes una educación de calidad y prepararlos para el éxito académico y profesional. Lo más importante en esta elección por parte de los padres es tomar una decisión basada en las necesidades y fortalezas individuales de su hijo y, por último, encontrar una escuela que se adapte a sus necesidades y metas, y que ofrezca un entorno de aprendizaje seguro, desafiante y enriquecedor.