Las bacterias se alimentan de un gran número de nutrientes, en especial compuestos carbonados. Están las que se alimentan de cosas simples, como glucosa, celulosa, almidón y otros carbohidratos. Están las que se alimentan de nutrientes más complejos, como compuestos aromáticos como el benceno o el tolueno, o incluso hidrocarburos de cadena larga. Hay unas que pueden fijar dióxido de carbono y vivir solamente de ello.
Y las hay también que pueden comerse a otras bacterias. Bacterias caníbales o también llamadas vampiro.
Micavibrio aeruginosavorus es una bacteria flagelada que se pega a otras bacterias. Gracias a su flagelo puede moverse por el medio y buscar a otras bacterias. Una vez que las encuentra se adhiere a ellas como una sanguijuela y una vez ahí comienza a comérselas. De ahí obtiene todos los nutrientes: aminoácidos, carbohidratos, proteínas, etcétera. Una vez que ha succionado por completo la vida de la bacteria, se divide por medio de fisión binaria y continua su vida caníbal.
Sin embargo, no suele comer cualquier bacteria que encuentra. Estudios han revelado que prefiere comer los géneros Pseudomonas, Burkholderia y Klebsiella.
Esto resulta interesante pues dos principales bacterias patógenas en seres humanos son Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae. La primera es una bacteria que puede infectar a muchos niveles: pulmonar, urinario, tejidos, etcétera, y suele ser causante de sepsis generalizada. La segunda es la bacteria causante de la neumonía.
Esto nos lleva a que quizá en un futuro se pueden usar estas bacterias vampiro para tratar infecciones. Micavibrio aeruginosavorus no es patógena para el ser humano, así que pequeñas dosis de este microorganismo en áreas infectadas podrían ayudar a eliminar a las bacterias que sí son patógenas, como las ya mencionadas.
Bdellovibrio es otra bacteria que come bacterias. Esta es una bacteria gram negativa que ataca a otras bacterias gram negativas. Al igual que Micavibrio, posee un flagelo que le ayuda a desplazarse en busca de su comida. Una vez que encuentra a la bacteria, choca contra ella y gira, convirtiéndose en una especie de taladro. Con ello logra entrar en la bacteria hasta el Periplasma, donde libera enzimas que degradan la pared celular, consiguiendo así los nutrientes que necesita para vivir.
Bdellovibrio ataca principalmente a Escherichia coli, la bacteria más famosa del mundo y también una de las que más comúnmente infectan al ser humano.
Sin embargo, la capacidad de estas bacterias va más allá. Se han encontrado bacterias de este mismo tipo que atacan a los organismos patógenos de la fibrosis quística, y algunos inclusive pueden atacar a las células cancerígenas. Pero ese es tema de otro artículo.
Como podemos seguir apreciando, el mundo bacteriano está lleno de curiosidades, muchas de las cuales podemos usar en beneficio de nuestra salud.