Bad Buzz Mango: su camisa “nazi chic”

Una camisa vendida por la marca de ropa española Mango ha generado la polémica en la redes sociales, debido a los símbolos que tiene, que se parecen a las insignias de la SS.

El modelo en cuestión, una blusa blanca decorada integralmente con relámpagos, símbolo del rayo, ha sido calificada como estilo “chic nazi” por varios twitteros.

De hecho, el político y escritor satírico Martin Sonnenborn ha publicado una foto de dicha blusa en su página de Facebook con el estatus siguiente: “¿Por qué Mango ha creado solamente esta camiseta para mujeres? También hay hombres nazis“, y otros han bautizado a la blusa como “camisa SS” o “colección Eva Braun” en referencia a la esposa de Hitler.

Y rizando aún más el rizo, según la revista alemana Bild, algunos consumidores han señalado que el slogan promocional de la nueva blusa “Quiero un look total”, se hace eco de un discurso del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, pronunciado en 1943 en el Sportpalast. Un discurso en el que el jerarca nazi animaba al pueblo alemán a seguir luchando, a pesar de que la guerra se anunciaba larga y dificil. “¿Queréis una guerra total?“… grito a una multitud histérica de simpatizantes nazis.

En agosto de este año, Zara se vio envuelta en un Bad Buzz al comercializar una camiseta de niño adornada con una estrella amarilla, que se asemejaba al uniforme que llevaban los judíos en los campos de concentración. Zara finalmente retiro dicha prenda y se disculpo.

La pregunta que me plantee como en el caso de Zara es “¿error lamentable o provocación calculada?”. En mi opinión, creo que es un error lamentable y que el Bad Buzz es injusto y un poco exagerado. Pero entiendo que el recuerdo nazi sigue siendo muy doloroso y que a los internautas alemanes les haya chocado esta blusa. Pero hay que precisar, que en realidad el símbolo nazi estaba constituido por dos rayos colocados uno al lado del otro y no un rayo sólo. Pero es lo que tiene la nueva era digital, en la que el poder está en manos de los consumidores: si hacemos algo que no gusta a los consumidores nos arriesgamos a un “linchamiento social”, que puede conllevar graves consecuencias para la imagen de una marca y de una persona. Por ello, no debemos subestimar el poder de las redes sociales.