Esta ausencia afecta a Bard psicológicamente lo que le impone a veces llegar a buenos resultados.
En la última pelea que ha jugado el deportista marroquí, se ha asegurado la ausencia de una transmisión directa e indirecta para acercar a los fans para que pudieran ver y animar a su campeón especialmente a la nueva generación que muchos le toman como ídolo a nivel deportivo.
Hemos visto comentarios por facebook donde los usuarios protestan contra el gobierno marroquí por la mala gestión de los medios de comunicación, todos ocupados por el canto y los festivales mientras que muchos marroquíes están ilusionados por ver un día a su campeón Badr hari por la televisión marroquí.
Es la realidad de un país que quiere desarrollar su deporte desconociendo que el público es el núcleo de cualquier evento deportivo. No hay deporte si no hay público.
Artículo escrito por Adil Manu