El amor es un regalo del cielo, inesperado y sorprendente, y para finalizar este mes dedicado al más intenso de los sentimientos, no podía faltar esta película que ilustra a la perfección la idea de que amor puede caernos encima, literalmente.Para los amantes de la aeronáutica de altos vuelos, Baikonur alberga el cosmódromo más antiguo de lanzamientos al espacio. Desde aquí se lanzó el 4 de octubre de 1957 el célebre Sputnik, primer satélite artificial de la historia. En estos parajes, magníficamente fotografiados, vive un campesino soñador, apodado por sus vecinos, Gagarín (el primer hombre a pasearse por el espacio en 1961), por su inmensa pasión por los astronautas y las estrellas. Habituado a la monotonía de una estepa sin sorpresas, su vida sólo se anima al caer los desechos de los cohetes lanzados en el cosmódromo próximo a su pueblo.En la región reina una antigua costumbre por la que todo lo que viene del cielo, pertenece al primero que lo recupera. Todo se recicla en un lugar prácticamente aislado, excepto del cielo. La verdadera sorpresa del protagonista se producirá al desplomarse una nave espacial con un contenido muy especial: una bellísima astronauta francesa (Marie de Villepin, hija del antiguo primer ministro francés) y, además, amnésica temporalmente. Una historia que, inevitablemente, se vive en las mentes propensas a la imaginación, como una posible continuación de Gravity. ¿Qué le hubiese ocurrido a Sandra Bullock, aterrizando en pleno polo norte, por ejemplo, y recogida por un esquimal enamorado inmediatamente de ella?El alemán Veit Helmer dirige su cuarta película con mucho cariño, inteligencia y simpatía. Una oportunidad de lujo para ver, por primera vez en la historia, el interior del famoso cosmódromo de Baikonur, en una inteligente variación de historia de amor.A lo que se añade una terrible alternativa para el protagonista: la elección entre la rubia, exótica y extranjera, o la morena, abrupta y local. ¿Una vez recuperada la memoria la bella se habrá enamorado a su vez de su héroe salvador? ¿La morena soportará a la rubia? Hay tantas cuestiones como amor en el aire, más concretamente, en el espacio, y puede que en estos momentos se dirija a la velocidad de la luz hacia tu cabeza… o tu corazón.