Revista Asia
La estrategia del régimen para atraer dinero del exterior no escasea y ahora utilizan a los niños que tienen talento para el canto y el baile. Ejecutan instrumentos musicales, movilizan sus cuerpos de un lado hacia el otro y usan la garganta para reproducir de forma melódica casi a la perfección que delante de los turistas invitados chinos, sus interpretaciones artísticas no existen ningún fallo. Estas representaciones pueden ser individuales para los más adelantados, a dúo o en grupos llegando casi a cien personas de distintos rangos de edad en el escenario. Mientras otros niños, detrás de las butacas, ofrecen servicios de traducción a los que no entienden las letras de las canciones interpretadas.
Aprenden a ejecutar la alegría de una forma aplastante que los espectadores adentran, por un momento, hacia un mundo de satisfacción. Entre las canciones, no faltan las alabanzas obligatorias hacia los líderes norcoreanos anteriores y al actual. Sus trajes son muy coloridos e intercambiables para que las retinas de los que presencian desde abajo no estén aburridas. Una vez oí a una joven mujer norcoreana, que actualmente reside en Corea del Sur, que para llegar a la excelencia frente a miles de personas los ensayos eran interminables. Ella aprendió en pocos meses a estirar sus piernas hasta su cabeza. En la provincia china de Liaoning, la excursión específica para ver estos espectáculos cuestan alrededor de 700 yuanes por persona casi los 90 euros. Pero, ¿cual serán las sonrisas reales de esos niños una vez que terminan con sus actuaciones? La respuesta lo pueden decir ellos pero aún son reacios a pronunciarla por aquel miedo permanente de decir la verdad.
Nota: Estos son algunos de los vídeos de niños norcoreanos actuando en los escenarios de la capital del país.
El diario de Corea del Norte