Esta bolsa de playa quizás a primera vista no lleva la tela más apropiada para su destino, pero si conocemos la historia de la destinataria pensaremos justo lo contrario.
No es una historia larga, ni difícil de contar, ni con matices o vericuetos, en realidad se resume en muy pocas palabras. Pasión por la danza clásica practicada desde niña y aparcada por otra profesión elegida muy distinta.
Confío en que la bolsa se disfrute mucho y cumpla bien su cometido fiel a las instrucciones que me dieron: bolsa de playa amplia, con fondo y laterales, dos asas anchas y cómodas con tela azul lisa por un lado y de bailarinas por el otro, ribeteada por arriba con el mismo azul, flexible en su acabado, con interior impermeable, sin bolsillos, cremalleras ni cualquier otro cierre.
Para el interior impermeable elegí una tela 100% polyéster y deseché el plastificado para que conservara su forma flexible. Las costuras van ribeteadas para que forro y exterior formen un cuerpo compacto y no bailen por separado, que de eso se encargan las pequeñas bailarinas.
Mi aportación al encargo es un pequeño monedero a juego. Calculé tan bien, tan bien la tela que tenía que comprar que aunque hubiera querido hacer un neceser, se quedó en monedero.
¡Feliz cumpleaños y feliz danza!
Gracias por vuestra compañía.