Hay múltiples modos y técnicas para torturar, experimentados a lo largo de la historia del ser humano, pero, en todo los casos, implican abuso de poder por parte de una persona o un colectivo, basándose en la indefensión y la vulnerabilidad de otra persona o colectivo. En este video podemos ver a un soldado israelí bailando alrededor de una mujer palestina con los ojos vendados y esposada. Sus gestos y su actitud constituyen, sin duda alguna, un ejemplo de tortura piscológica, que debe ser difundido para su conocimiento y denunciado para evitar que hechos como éste se repitan. Israel, como siempre, dando lecciones de prepotencia y soberbia sobre el pueblo palestino, que lucha por sus derechos humanos y políticos.