Dia 7 de enero, el mono pudo con nosotros y decidimos volver de pesca al mismo sitio mi hermano Alberto, Daniel David, Gustavo Matín y nuevas incorporaciones como el sobrinillo de Gustavo, mi compañero de karate Adrian Sánchez, Kike Durán, etc.
Era la primera vez en todo el invierno que hacia frio de verdad, al llegar al lugar de pesca el coche marcaba 1º de temperatura y había bastante niebla.
Tras tenerlo todo preparado la gente se metió en el agua menos Daniel David y yo que nos quedamos a esperar a Gustavo y su sobrino Domingo que llegaban un pelín más tarde.
Una vez en el agua nos dirigimos a la zona que habíamos decidido empezar a pescar y al primer lance consigo hacerme con el primer lucio del día con un Xr-75 de Xcalibur. Anteriormente ya habían capturado los compañeros un par de lucietes, uno de ellos capturado por Kike de 4,760kg de peso batiendo así por propio su record.
El día prometía pero, no fue así, la bajada de temperatura había inactivado bastante a los peces. La mayoría de las picadas lo único que hacían era destensar la línea dándole un porrazo al señuelo con el hocico sin llegar a morderlo. A pesar de esto, alguno se prendía de las poteras disfrutando así de bonitas carreras que se pegaban de un lado a otro.
Comimos temprano para poder aprovechar el momento de máxima actividad ya que en días anteriores solía estar comprendido entre las 13:00 y 16:30 horas.
Tras comer se levanto algo de viento que hacía que el agua chocase contra las orillas que estábamos pescando ayudándonos así a poder pillar alguno más activo. Aprovechando esto, mi hermano pudo hacerse con cuatro bonitos lucios casi seguidos con los cuales disfruto muchísimo.
Ya de vuelta me dio por poner un lipless color marrón ya que tenían preferencia por los colores oscuros. Mi hermano y yo nos paramos en una pared bastante productiva obteniendo varias picadas pero solo pude clavar dos, pero de buen tamaño, uno de ellos el más grande del día que me ofreció una pelea espectacular.
Ya cuando el sol se escondió tras las montañas y quedaba algo de luz decidimos dar por finalizada la jornada que a pesar de no ser de las más productivas que habíamos tenido en aquel lugar, pudimos disfrutar de unos cuantos peces por encima de los cuatro e incluso cinco kilos de peso.
Algo curioso que me paso este día fueron dos lucios deformes que saque uno de ellos jorobado que es algo relativamente frecuente, y otro con enanismo, enfermedad genética que se da cuando los progenitores son parientes.